Hoy en día la bragueta forma parte del patrón de la mayoría de pantalones tanto masculinos como femeninos y algo a lo que apenas damos importancia. Pero, sin embargo, si indagamos dentro de la historia de este triángulo vemos que lo que esconde es mucho más que facilitar la micción masculina sin necesidad de quitarse toda la prenda.
Su origen se remonta al siglo XV donde este trozo de tela triangular era utilizado por los hombres para guardar monedas y que más tarde, de paso, aprovecharon para rellenar con algún material y resaltar el volumen de la entrepierna masculina.
De esta manera, los hombres lucían sus atributos, en la mayoría de los casos falsos, en las fiestas de la alta sociedad para atraer la atención de las mujeres.
La bragueta ha ido evolucionando hasta nuestros tiempos e incluso a día de hoy, los hombres que desean hacerse un traje a medida deben responder a la pregunta que les hace la modista: ¿y tú donde cargas? De esta manera, a la hora de realizar el patrón del traje, da más holgura en la zona de la bragueta que el hombre haya respondido.
La bragueta, nos demuestra una vez más, como la historia, e incluso la evolución de la moda, se escribe en masculino. Porque ¿alguna vez os habéis planteado la utilidad de la bragueta en los pantalones de las mujeres?
Marta Martínez
Núria Malé
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