8 jun 2013

Trajes hechos a medida, el valor de las cosas bien hechas

Parece que un nuevo tipo de lujo se está poniendo de moda, la apreciación de las cosas bien hechas. Y bien hecho a menudo rima con hecho a mano, con técnicas artesanales y con materias de primera calidad.

La crisis económica ha hecho resurgir la idea de la compra como inversión. Los compradores se muestran más interesados en adquirir un objeto preciado que les diferencie y aporte status social pero a la vez que sea una adquisición inteligente, de un bien que perdure en el tiempo. Comprar pura tendencia a precios astronómicos en los tiempos que vivimos parece ser pura frivolidad.

El contexto socio-económico ha contribuido a este nuevo paradigma, pero también la proliferación de películas y series de televisión recreadas en épocas en las que los hombres poderosos se mostraban como seres elegantes y a la última, impecablemente vestidos con trajes a medida, relojes buenos y demás parafernalia. Ya sean los publicistas de Mad Men, los pseudo gánsteres de Boardwalk Empire o los ricachones de la recién estrenada El Gran Gatsby. De esta estética retro, ya sea con referencias a los años 20, 30 o 50-60, deben beber los personajes masculinos retratados por el archiconocido The Sartorialist, cuyo objetivo fotográfico parece sentir especial interés por los hombres que visten trajes a medida, sombreros, zapatos brillantes y pañuelos en la solapa.

Estos “nuevos hombres” vestidos con clase a la vieja usanza son en muchas ocasiones hombres jóvenes con profesiones creativas, alejándose así de la imagen que se tenía hasta ahora de que los hombres con traje eran ejecutivos, abogados o banqueros. En definitiva, se trata más de lectores de Monocle que del Financial Times.

Para abastecer a este nuevo público en alza han surgido tiendas como Brooklyn Tailors que ofrecen trajes a medida de buena calidad a precios asequibles para los jóvenes creativos y modernos del barrio que buscan algo especial. En esta tienda es posible hacerse con un traje a medida a partir de 850$, un precio razonable gracias a la utilización de materias como el algodón japonés y al hecho de que sus propietarios inviertan más en el producto que ofrecen que no en el marketing.

Aquellos con un poder adquisitivo más elevado siempre pueden recurrir a los sastres de Savile Row, emblemática calle londinense donde recientemente ha instalado un flagship Alexander McQueen en el que también ofrece trajes a medida. Para aquellos que estos precios se salgan de su presupuesto, pueden recurrir a Tailor 4 less, una eCommerce en el que es posible configurarse un traje a medida a partir de 179€.


Por Txell Hernández Gil


Video Lunch for 25, The Sartorialist