16 mar 2014


                                              TRATAR  LA MODA “COMO TRAPOS”



En los estudios de diseño de moda se vive a un ritmo vertiginoso para cazar lo nuevo, lo diferente y lo que toca llevar para los próximos meses.
Es como ir rastreando a tu alrededor posibles colores, formas y looks. Los diseñadores se acopian de ingredientes para crear las nuevas prendas que trabajar para la próxima temporada.

El paso siguiente a esta búsqueda de temáticas e ideas es la creación del diseño y la prenda. Después de unos meses “mimando”, acabando de decidir color, fornituras ,patrones , etiquetas y después de haberla visto miles de veces (prototipos, muestras, pre-producciones…) sale a la venta y: YA! Esa misma semana, esa "criatura" que lleva contigo más de 3 meses, muere.

No le damos importancia a la ropa? Resulta que cuando te compras la camiseta varsity o el kimono de flores, es lo más pero al cabo de muy pocas semanas no quieres ni verla. Entonces, la despreciamos y buscamos otra prenda “must” que llevar.

Pasa lo mismo con la ropa de temporadas pasadas: no nos ponemos ropa que llevamos el año pasado porque la hemos aborrecido y “ya no se lleva”.

Este ritmo frenético de la moda hace que como muy bien dice la frase: “tratemos como trapos” a las prendas que fueron trabajadas muchos meses antes hasta el mínimo detalle y que tanto valor tenían antes de comprarlas.



Si al menos la ropa durara una temporada entera… pero no! En las tiendas de “fast fashion” hay ropa nueva cada semana. Es un bombardeo de prendas constante que devalúa las propias "hermanas" que ya llevan unas semanas en la tienda.

Es por esto que el “low cost” está triunfando en el mundo entero: porque puedes ir a  la moda y llevar una camiseta un par de días y luego desterrarla.
Por qué gastar cientos de euros en un vaquero con rotos gigantescos si la temporada que viene no lo vas a llevar y estas marcas lo tienen a 35euros?

La rueda de la moda gira a un ritmo que da miedo: producir, producir y producir ropa para matarla a la semana de vida…
Vamos tan rápido que no tenemos tiempo de valorar y apreciar la ropa por la que tanto hemos esperado y una vez la tenemos: LA MATAMOS…






 Anna Martínez Llopart
annamartinezllopart@gmail.com

12 mar 2014

El nuevo consumidor

¿Cuántas veces uno va a una tienda y se da cuenta de que la persona de su lado hace una foto al producto con su smartphone? No es para subirla a instagram, todo lo contrario es para localizar dicho artículo al mejor precio y realizar la compra online.
Lo que en un principio parecía una anécdota se ha convertido actualmente en una tendencia que ha creado una nueva clase de consumidor: el showroomer. Es aquél que va a las tiendas, ojea las prendas, se las prueba, pide asesoramiento pero sale de ellas sin ninguna bolsa en las manos, ya que luego las rastrea en modo online y las compra. Esta tipología del nuevo comprador se atribuye a las personas que están al día de las tendencias, de los últimos lanzamientos, conocen a la perfección la redes sociales o Internet y saben encontrar un buen producto al mejor precio posible.
Según Forbes, este nuevo consumidor "que experimenta en la tienda física y busca el mejor precio en Internet" representa el 6% en Europa, el 10% en Japón y Brasil, mientras que en China el porcentaje asciende al 24%.
Entre los fanáticos de las redes, se ha desarrollado otro perfil de comprador, ropo, caracterizado por buscar toda la información de los productos online y realizar la compra offline, es decir, en la tienda.


                                                       Ilustración de una shopping girl


La ola de las compras en Internet se ha incrementado en los últimos años gracias a los influencers, personas expertas en la materia o famosas que difunden sus ideas y gustos en las redes. En España, existen varias it girls que prenda que compran y suben a Internet se agota en cuestión de horas en la tienda online de la marca. Este es el caso de la actriz Paula Echevarría y de la periodista Sara Carbonero. A nivel internacional, modelos como Kate Moss son un escaparate perfecto para las marcas. Además las firmas aprovechan su tirón y lanzan colecciones cápsula con las celebrities. Kate Moss diseñó bolsos para Longchamp o la bloggera Chiara Ferragni participó con la empresa de lencería Yamamay. Y esto sin contar las colecciones propias que venden las celebrities, como la línea de zapatos de Sarah Jessica Parker que ha sido todo un éxito en la comunidad internauta.

Estas tendencias conviven con el fiel seguidor del shopping in situ. Responde a una persona más tradicional que prefiere ir a la tienda y recibir una atención personalizada. Se sienten cuidados, confían con el asesoramiento de los dependientes y mantienen una relación face to face con la marca.


¿Se impondrá el modelo de negocio online frente a la compras offline? ¿Desaparecerá el concepto actual de tienda y se convertirá en un showroom o espacio de culto?


Marina Puy
@MarinaPuy