Hasta principio de los años 40, las casas de alta costura reinaban con sus diseños exclusivos, de materiales costosos, elaboraciones minuciosas y hechas a mano. Pero, ¿Qué pasa cuando la crisis empieza a afectar la forma de llevar la alta moda y en respuesta a esto nace una nueva forma de democratizarla?
Pierre Cardin, había decidido a lanzar su moda futurista, pero al parecer esto no era suficiente, necesitaba practicidad para que la gente pudiera tener acceso a ella. Quería hacer lo que ningún otro diseñador: sacar la ropa de las pasarelas a las calles. Es así como surge el Pret-a-Porter en Europa (el cual tomo el modelo del “Ready to Wear” en Estados Unidos)
Pierre Cardin y modelo
Cardin, buscaba que el término moda se sacara a las calles y no solo estuviera asociado con Haute Couture. Que fuera un estilo práctico y casual que buscaba crear prendas prácticas, en diversas tallas. Lo contrario a la alta costura: masificada y con diseños pensados para la clase media, que rompiera con lo establecido. Aunque esto no significaba que los materiales sean de baja calidad, ni que la confección sea mala.
En principio esto fue una pesadilla para muchos diseñadores de la década que se dedicaban a la alta moda, porque en ese entonces hacer moda con diferentes tallas era algo nunca antes visto, por lo tanto mal visto. Pero poco a poco tuvo una acogida social y pronto se dieron cuenta de la rentabilidad que generaba esta atrevida tendencia. Así a Cardin lo empezaron a seguir diseñadores jóvenes y luego varios de alta costura como Yves Saint Laurent y Chanel. Haciendo que en la actualidad casi todas las casa de moda tienen su colección prêt-à-porter, aunque unas más sofisticadas que otras.
Clara Iglesias
Bibiana García
Angélica Hernández
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