El bolso Lady Dior cumple con todos los requisitos para convertirse en un objeto mítico más allá de su emblemática marca.
El bolso de piel y costura cannage lanzado en 1995 fue originalmente obsequiado a Diana de Gales (de ahí el nombre Lady Dior) en una exposición auspiciada por la Corporación Dior en el Grand Palais de Paris. Desde ese momento, este bolso con su singular colgador con las iniciales de la casa, se convirtió en su preferido, utilizado por Lady Di en centenares de eventos y reconocido gracias a ella, alrededor del mundo.
Como vemos, ya el nacimiento de Lady Dior, con su asociación a una de las figuras cuya vida y trágico final dejó cautivados a miles, está revestido de épica; porque al pensar en él, muchos irremediablemente piensan en Lady Di. Sin embargo, faltarían años para que este ícono de la moda llegara aún más lejos.
A mediados del 2009, en un golpe de genialidad y buscando expandir el universo Dior hacia otros terrenos, John Galliano decide llevar a cabo una campaña especial para nuestro Lady Dior: una fabulosa saga de cortometrajes cuya figura central es el bolso y su "dueña" en cada capítulo, la actriz Marion Cotillard. La saga hasta ahora tiene cuatro capítulos acordes con el lanzamiento del Lady Dior en diferentes colores: Lady Noir, Lady Rouge, Lady Blue y Lady Grey.
En cada capítulo se nos relata una historia en la que el bolso cautiva, acompaña, es cómplice e inspiración de la maravillosa musa que es Cotillard, y en cada uno está presente el espíritu de la ciudad en la que fue concebido a través del ojo de grandes directores.
Por ejemplo, Lady Noir, realmente titulado "The Lady Noir Affaire" ambientado en París y dirigido por el director de "La Mome", Oliver Dahan, es un homenaje al cine negro y a Hitchcock. "Lady Rouge" es un videoclip dirigido por Jonas Akerlund y ambientado en Nueva York, en el que Cotillard interpreta junto a la banda Franz Ferdinand un tema titulado "The Eyes of Mars" con una estética atrevida y muy rocanrolera. En "Lady Blue", gracias a la dirección de nada más y nada menos que David Lynch, nos adentramos en el exotismo de la ciudad de Shanghai, una de las preferidas de Galliano, para toparnos con un Lady Blue que cautiva y trae recuerdos de un poderoso amor. Finalmente, Lady Grey, en Londres y con la participación del actor Ian McKellen, relata a través de la sofisticación y estética del imaginario inglés una historia en la que el bolso es casi una caja de Pandora, que promete maravillas inimaginables así como su bella portadora, una vez más: Marion.
Concebir esta serie como simplemente una campaña publicitaria, es en mi opinión, limitado; cada capítulo es una pequeña obra de arte en la que se combinan los artilugios del cine con un muy delicado y bien pensado product placement. Es posible intuir que la intención no es exclusivamente vender un producto, sino crear un universo. La calidad y verdadera cinematografía de la saga es tal, que el espectador no siente que está viendo una publicidad y lo que es más importante: no siente que está adquiriendo un bolso, sino una historia.
Señoras y señores... he aquí la épica del Lady Dior:
Lady Noir
Lady Rouge
Lady Blue
Lady Grey
Claudia Lizardo
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