27 feb 2011

d.MCQ.


Febrero está casi llegando al final y, por segundo año consecutivo, el mes quedaba marcado por una noticia que sorprendía a todos los que trabajan o se interesan por el sector de la moda.

Este fin de semana hemos visto como John Galliano era apartado (al menos temporalmente) de Dior y hemos temblado ante la posibilidad de que, el día 4 de marzo, el diseñador no salga al final de la presentación de la colección prêt-à-porter para el próximo otoño/invierno de la marca para recibir los aplausos por las prendas que él creó. La verdad es que no me extrañaría nada si me dijerais que este escenario os provoca una rara sensación de déjà vu… ¡Porque a mí me pasa exactamente lo mismo! Hace más o menos un año vivíamos una situación semejante cuando, el día 9 de marzo, una vez terminado el desfile de presentación de la línea que había preparado Alexander McQueen para su casa, este no estaba para saludar a público y prensa.

El 11 de febrero de 2010, el creador británico había abandonado por su propia voluntad el mundo de la moda (y el terreno) privándonos a todos de descubrir lo mucho que su desenfrenada creatividad aún podría generar. Sin embargo, no todo han sido malas noticias. En octubre hemos podido comprobar como la firma sigue viva y pulsante, gracias a la que había sido durante los últimos 14 años la ayudante de McQueen.

Las colecciones (al menos hasta el momento) no han prescindido ni un poco del romanticismo originario o del contraste de conceptos que el malogrado diseñador siempre les imponía. Fragilidad vs. fuerza, tradición vs. modernidad y fluidez vs. severidad siguen siendo marcas de cada una de las prendas McQueen. Los desfiles tampoco han perdido su carga emocional y cruda energía. Pero, entonces, ¿qué perdemos con su muerte?

Una pregunta claramente retórica porque, sin hacer el mínimo esfuerzo, puedo acordarme instantáneamente de algo aparentemente sencillo que se perdió con su partida.

Alexander McQueen, tan sólo cuatro meses antes de morir, había protagonizado un vuelco en la historia de la moda. Fue el primero en (intentar) exhibir, a 6 de octubre de 2009, un desfile de moda en streaming. Ahora, otros jóvenes diseñadores unen con maestría su labor creativa y el interés por las nuevas tecnologías, haciendo de sus desfiles una experiencia para todos los sentidos y para todo el mundo, literalmente. Estoy por ejemplo pensando en Cristopher Bailey, que en cada show va un paso más lejos en este camino online. Pero el primer en dejar que las nuevas tecnologías entraran de lleno en sus espectáculos, el visionario, ha sido McQueen.

Lejos han quedado los tiempos de las pequeñas y grandes Pandoras que llevaban meses recurriendo Europa, llegando muchas veces a su destino cuando la estación ya estaba cerca de terminar. Hemos también dejado atrás los diseñadores “egoístas”, como Balenciaga o Givenchy. Hoy, para existir en la moda, hay que ser visto. Ya lo dijo Margarita Rivière en los setenta, en su obra Moda: ¿Comunicación o Incomunicación?. “La moda requiere ser vista para ser imitada y aceptada”, pronosticó. Y, aunque hasta Alexander McQueen algunos diseñadores hayan intentado poner esto en práctica de una manera más o menos global, más o menos exitosa, ha sido el británico quién mejor ha sabido beneficiarse de la modernidad y de las nuevas tecnologías para hacerse visible a nivel mundial.

La compensación por su papel pionero en el sector, por haber logrado hacerse tan visible, es el hecho de que su muerte haya sido sentida en unísono en todo el planeta. En el día 11 de febrero de 2010 todo el mundo estuvo unido por un mismo espanto, un mismo sentimiento de pérdida, un mismo adiós.

Un año después, y a través de imágenes de algunas de sus colecciones, me gustaría volver a homenajearle.

Colección de Primavera/Verano 2001

Colección de Otoño/Invierno 2001

Colección de Primavera/Verano 2002

Colección de Otoño/Invierno 2002

Colección de Primavera/Verano 2003

Colección de Otoño/Invierno 2003

Colección de Primavera/Verano 2004

Colección de Otoño/Invierno 2004

Colección de Primavera/Verano 2005

Colección de Otoño/Invierno 2005

Colección de Primavera/Verano 2006

Colección de Otoño/Invierno 2006

Colección de Primavera/Verano 2007

Colección de Otoño/Invierno 2007

Colección de Primavera/Verano 2008

Colección de Otoño/Invierno 2008

Colección de Primavera/Verano 2009

Colección de Otoño/Invierno 2009

Colección de Primavera/Verano 2010

Colección de Otoño/Invierno 2010

Texto de: Mafalda Soares Caldas
Fotos de: Style.com



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