29 ene 2011

La Maja de Intimissimi

Pensareis que me he vuelto loca y que ya delirio con tantos diseñadores. ¿La Maja no era de Goya?



Y la respuesta es sí, aunque con un leve matiz. Del pintor español es el cuadro pero no la forma de presentar el cuerpo de la mujer. Si os fijáis en el retrato, la mujer se expone a la mirada ajena, se viste o desnuda para el otro, tal y como sucede en la publicidad de esta marca de lencería.
 El baño Turco, Ingres
Según Anna Coll, coordinadora del Observatorio de la Mujer, “muchas representaciones del cuerpo femenino permiten mirar sin sentir vergüenza”. La mayoría de pintores presentan a la mujer con la mirada baja para que así el observador pueda mirarla sin avergonzarse de estar deleitándose con la fruta prohibida. La mujer en la mayoría de cuadros no interpela al “otro”, si no que asume un papel sumiso, impuesto socialmente. Cuando ese papel cambia es cuando nos sorprendemos.

Tal y como sucedió con el cuadro Olympia de Manet (1863), donde la figura protagonista mira directamente, retándo al observador a mantener la mirada, sin importarle su desnudez.  En cierto modo es lo que debe hacer la mujer cada día, reta a los hombres a respetar sus derechos sin importarle que su cuerpo este continuamente expuesto a las miradas ajenas.  No es una lucha encarnizada, pero sí constante, de guerrilla, la que desempeñamos cada día. 
Porque si os fijais en la publicidad que nos rodea veréis que tampoco ha cambiado tanto des de que Goya pintó La Maja desnuda.
 
 


Raquel Sans

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