Los cánones de belleza han evolucionado y han llevado al cuerpo femenino a mutar de un estado a otro con diligencia y cierta rapidez. Exactamente la misma velocidad con la que la autoestima de las mujeres ha subido o bajado según la época que les ha tocado vivir.
Realmente el cuerpo de moda no es necesariamente aquel más abundante entre los existentes en un momento determinado de la historia. Más bien percibimos que todas las mujeres de una época determinada eran así porque las imágenes tomadas (pinturas, fotografías, videos…) representaban ese cuerpo concreto constantemente. Era el modelo, el bonito de ver. Es solo un engaño histórico, es como la parte por el todo… pero había otras.
Las otras han sido, son y serán aquellas mujeres cuyos cuerpos no casen con lo establecido. Las otras son las outsiders. Las que no forman parte del canon de belleza establecido. Y siempre hay y habrá otras.
Por ejemplo, yo soy otra, y seguramente no tendré la “suerte” de formar parte nunca del canon de belleza de ninguna época en la que pueda vivir.
Actualmente, pese al modelo de belleza estilizado y más bien delgado, aparece una nueva corriente a la que le han llamado curvy que abarca modelos de cuerpo más orondos, aun siendo tersos. No me aventuraré a llamarlo nuevo canon de belleza pero, pese a esta nueva amplitud de miras, todavía sigue habiendo prejuicios sobre el cuerpo y sus formas. Es cierto que con este nuevo estándar aparecen nuevas perspectivas de tolerancia y se abren horquillas, pero las otras siguen estando ahí.
Sin entrar en lo saludable de los nuevos (y viejos) modelos, la pregunta es ¿alguna vez las otras dejarán de ser otras?
Elisa 'Coco' Rodrigo
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