Las necesidades del consumidor han cambiado , mientras que el objetivo de una marca es el mismo: vender.
No es suficiente ofrecer al consumidor la posibilidad de comprar sólo ropa sino que la marca de moda debe adaptarse al nuevo consumidor y propiciar que el usuario obtenga una serie de ventajas adicionales a partir de la mejora de la experiencia de marca.
Estos espacios son únicos, exclusivos de una marca. Han sido concebidos con el objetivo único de crear un entorno que integra elementos innovadores y que apuesta de forma íntegra por mejorar la interacción de los usuarios con una marca. Más allá de la experiencia de compra, una experiencia de valor añadido, un extra. Ese factor diferenciador , capaz de desarrollar una experiencia de marca en la que se involucra emocionalmente a los usuarios .
Diseñadores como Ralph Lauren , Donatella Versace , Bulgari o Giorgio Armani ya lo han hecho y venden mucho más que ropa, trasladando toda su filosofia de marca de ropa al sector de la hostelería y restauración de lujo.
El Polo Bar, es el tercer restaurante de Ralph Lauren, uniéndose al restaurante RL, que abrió sus puertas en 1999 en Chicago, y Ralph’s, que se inauguró en 2010 en París.
Inspirado en los clásicos establecimientos neoyorquinos, el Polo Bar ofrece un ambiente informal y cálido pero refinado para comer y beber en el corazón de la Gran Manzana. Desde el mural inspirado en un partido de polo de Henry Koehler, a una silla de cuero y decoración ecuestre, el restaurante rinde homenaje al estilo de vida deportivo sinónimo de la marca Ralph Lauren.
El Polo Bar ofrece cocina clásica americana inspirada en la favorita de Ralph Lauren. Carne de rancho de Ralph Lauren en Colorado que se ofrecerá en ciertas épocas del año. La estrella del menúde postres es el helado de café de Ralph, hecho en casa con mezcla del café único de Ralph.
Se trata de submergir al consumidor de lleno en una experiencia de marca y no solo mostrar el producto.
En el Polo Bar de Ralph Lauren, respiras, comes y saboreas Ralph Lauren.
Los camareros del Polo Bar están equipados con pantalones hechos a medida de franela gris, zapatos y corbatas de seda de Ralph Lauren.
Donatella Versace montó en el año 2000, en la costa dorada australiana el Palazzo Versace, un complejo turístico de lujo inspirado en un palacio renacentista decorado al gusto de los seguidores de la casa, con dorados y estampados con la famosa medusa. Dentro, hay una tienda de la firma. En marzo de este año 2015 está prevista la apertura del segundo hotel de lujo de la marca italiana en Dubai con 250 habitaciones y 169 apartamentos.
Giorgio Armani también forma parte de este grupo de diseñadores que tiene sus propios hoteles. Milán fue la ciudad elegida por este diseñador para implantar su hotel en Europa.
Armani firmó también un acuerdo con la empresa inmobiliaria de Emiratos Árabes EMAAR Properties para crear una cadena de resorts de lujo: Armani Hotels & Resorts. Desde entonces, el grupo abrió dos hoteles. El primer hotel Armani ocupa la torre Burj Khalifa de Dubai.
Desde el Área Corporativa Internacional de Bulgari Resorts&Hotels, una de las más consolidadas en esta diversificación aseguran:
“Considerando que entre 2015 y 2017 doblaremos nuestros hoteles, pasando de tres a seis, está demostrado que es una tendencia en continuo crecimiento”.
La famosa casa joyera italiana cuenta con un precioso hotel escondido en un jardín botánico de 4.000 metros cuadrados en pleno centro de Milán, inagurado en el 2004. Su decoración, muy elegante y de inspiración minimalista, se basa en la combinación de las maderas nobles, el mármol negro, los muebles de diseño y las telas y tapicerías en tres colores: blanco, negro y arena.
Bulgari cuenta además con hoteles en Bali (2006) y Londres, inaugurado con motivo de los Juegos Olímpicos, en el año 2012.
Estas firmas han encontrado en los hoteles una forma de explotar parte de su negocio empleando el reclamo y la seguridad que da para muchos saberse alojado en un hotel que cuenta con el respaldo de quien le confecciona las americanas o los zapatos que usa a diario. Se da una conversión de las marcas de moda en marcas de lifestyle.
“ Los hoteles son la expresión definitiva de la marca y ayudan a reforzar nuestra imagen”, explican en Bulgari Resorts & hotels , cuyos alojamientos exclusivos están diseñados para transmitir sus valores atrayendo a su público, y aquí está la clave, bajo la promesa de una “experiencia única”.
Los hábitos de consumo han cambiado y las nuevas generaciones prefieren compartir el acceso a una experiencia de lujo en sus redes sociales que poseer un traje de Armani o un bolso de Vuitton.
Y las marcas de moda, que no son tontas, han aprovechado esta tendencia de búsqueda de experiencias para conectar con esta audiencia.
montse sorando amiell @montseamiell
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