Juan Duyos devuelve Madrid a un eterno otoño invierno de entre décadas, y todo, sin salir de su "Club". Entrada reservada a mujeres con carácter y de paso firme.
Eran poco más de las 11 y Juan Duyos se disponía a inaugurar la segunda jornada de MBFW Madrid devolviéndolos a la noche. Una bola gigante de discoteca giraba encima de la pasarela, ofreciendo destellos de luz que parecían vaticinar el majestuoso traje chaqueta de lentejuelas bordadas con el que Duyos abriría el desfile. Pero no era una mañana con alter ego de noche cualquiera. La música de Donna Summer y Barry White marcaban el año: finales de los 70, principio de los 80. Ya lo dicen, del puente entre décadas salen propuestas interesantes, y el caso de Duyos no fue menos.


La noche estaba a punto de llegar a su fin y con ella afloraba una conclusión. Duyos daba una vuelta de tuerca a su concepto de elegancia. La que veíamos era una sofisticación clásica arriesgada en matices: cortes conocidos que ser reinventaban a base de detalles que daban como resultado destellos de individualidad y una pizca de androginia. Tal como declaraba el diseñador posteriormente al desfile “me inspiré, sobre todo, en una mujer poderosa, con carácter, que saborea la música y el vestir, brilla, baila y se bebe la vida". Unas palabras que se reflejan en el casting escogido, que brilla por su heterogeneidad. A diferencia de otras temporadas, el otoño/invierno 2015/2016 del diseñador está protagonizado por un casting que prescinde de modelos clones. Esta vez Duyos apuesta por hacer bandera de la no uniformidad. Sin duda, un golpe de aire fresco entre tantos castings faltos de carácter. Entre los nombres más destacados que pusieron nota de personalidad sobre la pasarela encontrábamos a Steffy Argelich, Grace Ming, Neus Bermejo o Anna Martynova. Todas ellas, de la mano de Duyos nos llevaron a la noche eterna en la que Duyos cambió de década.

¿Qué tal un paseo por el "Club" Duyos?
Adriana Barba https://twitter.com/adrianabarba/
No hay comentarios:
Publicar un comentario