22 ene 2015

En Musa bajo el árbol todo es casual e imprevisible

Me cuenta que un día enterró un bolso bajo tierra para envejecer la piel. Mis ojos no daban crédito y mi mente intentaba imaginar el resultado, “la piel quedó totalmente mojada, una olor a humedad y a suciedad brutal, pero vaya, era más que nada para ver lo que sucedía. Obviamente no lo pude vender”, me cuenta entre risas Silvina Musa, la diseñadora argentina y de carácter impulsivo de la marca de marroquinería Musa bajo el árbol.

Era una tarde de enero y nos encontrábamos en la tienda Silvina, Paly –su media naranja creativa- y yo tomando el té en un juego de tacitas muy retro, como el resto de los muebles que forman el particular espacio. Y así, de este modo, empezamos a hablar de su historia, que nació en el 1997 en Buenos Aires y en el 2001 se trasladó a Barcelona.

Paly y Silvina

Pregunta obligada… ¿por qué Musa bajo el árbol?

Musa es mi apellido. Siempre decimos que suena muy místico pero en realidad no. Cuando fui a registrarlo, ya existía. Entonces, el logo era Musa y un árbol, así que le agregamos ‘bajo el árbol’ simplemente para que nos dejaran registrarlo. Como todo lo nuestro fue producto de una manera espontánea.

¿Espontánea? ¿Por qué?

Cuando tengo una idea, no me importa nada en el mundo más que hacerla. Me aparecen flashes y lo tengo que hacer. A veces hago piel, pero también hago prototipos de madera, plástico o pintura. La experimentación lo es todo en Musa. A veces tengo la sensación de ir más rápido que el tiempo. Por ejemplo, tenemos un clutch de plástico, pues la idea es poder imprimirlo.

Ya no estamos hablando sólo de marroquinería.

Siempre mezclamos la tradición con la nueva tecnología para buscar nuevos materiales. Hacer puentes entre industrias que están separadas como puede ser la piel y la del plástico. Pero ya te digo, me dejo fluir y después intento que mi cabeza ordene todo esto y pueda hacer algo comercial. 

Entonces, ¿cómo entendéis el lenguaje de la moda?

Como una expresión, una búsqueda, tu meta, tu camino. Para hacer lo que hacen los demás y bien, siempre vas a quedarte atrás. No dejar de proponer, pero tampoco encasillarte en nada.

Silvina experimentando en su taller de Terrassa

¿Consideráis que vais a la moda?

En absoluto. No pretendemos ir a la moda. Nos interesa más la música, el cine o el arte. Creemos que al final se nota en nuestras colecciones. Lo terminamos haciendo de otra manera y sobretodo llegamos al mundo de las imágenes.

¿Qué sois si hablamos en el lenguaje de las imágenes?

Coloridos, artesanales y ‘canallas’. Trabajamos con códigos reconocibles para poder romperlos.

¿Recuerdas el primer bolso que diseñaste?

Un día me levanté y tuve una idea. Fui directa a comprar piel. Cuando volví a casa, me dirigí a la cocina y empecé a cortar la piel con la tijera del pollo. Lo fui pegando y así empezó todo. Sin ninguna meta clara y no sabría decirte por qué. Es una cosa muy pasional y muy fuerte, pero desconozco adónde quiero ir y si quiero llegar algún lado. Los colores y las formas me vibran dependiendo del día y sigo esa intuición.

¿Y el bolso más loco?

No sabría decirte, he probado de todo. ¡Hasta un día tejí fideos! Lo que pasa es que vas creciendo y la marca te exige. Al principio todo era pura experimentación. Estuve años experimentando en mi estudio sin mostrárselo a nadie.

Vaya, que os gusta jugar.

A la hora de juntarnos para troquelar, coser o cortar, nos damos cuenta que a lo mejor no va a ser comercial, pero nos encanta. Siempre hemos crecido creando el típico bolso único y nunca vamos a perder esto. Acabamos teniendo varias líneas paralelas: los prototipos y de experimentación, las colaboraciones con otros artistas, la que vendemos por Internet, la anterior colección, la que está por venir... Como puedes ver tenemos un abanico de bolsos por mesas que vamos poniendo en los rincones, al final se vuelve todo muy Barroco.

Lo que veo es mucho color.

Ahora ha tomado mucho protagonismo. Hasta hace unas colecciones usábamos un solo color. En la colección Anatomy, por ejemplo, el negro y el color piel natural fueron los protagonistas. Estuvimos experimentando con el estampado láser sobre la piel, lo que no sabíamos era que al cabo de un tiempo se borra…



Antes habéis mencionado la línea de colaboraciones con otro artistas. ¿Quiénes? 

Empezamos a colaborar con Brain&Beast, coincidimos en la zona de las pop ups de la 080 Barcelona Fashion y acabamos diseñando una colección cápsula y posteriormente dos colecciones que desfilaron en la pasarela. Después, la encargada de compras de la Fundació Miró, pasó por la tienda de forma casual, le gustamos y a día de hoy firmamos una colección junto a Miró. También estamos trabajando en una colección con las gemelas Alice&Gabriella Fenwick que todavía no sabemos lo que va a salir. La excusa es hacer algo con otra gente.

Musa bajo el árbol en el desfile de Brain & Beast S/S 2015
Vídeo del desfile: http://bit.ly/1y4a48n
Musa bajo el árbol en el desfile de Brain & Beast A/W 2015-2016
Vídeo del desfile: http://bit.ly/1yOkVr1
Imágenes de los desfiles: http://www.080barcelonafashion.cat/ 

¿Qué representan para vosotros estas colaboraciones?

Son experiencias muy bonitas y enriquecedoras. Juntar artistas de otros ámbitos que no sea la moda nos encanta. También estamos trabajando con un amigo nuestro que tiene un estudio llamado The Lab. Siempre decimos que es como el Leonardo da Vinci del siglo XXI, trabaja con nuevas tecnologías y realidad aumentada. Preparamos una especie de maleta que se llevó para un estudio de arquitectos en Oriente, cuando abrías la maleta y con la ayuda de unos iPads, se veían en realidad aumentada sus proyectos. Volvemos a lo que decíamos antes de la importancia que le damos a no encasillarse, creemos que sería demasiado aburrido.


MUSA BAJO EL ÁRBOL
C/ CARRER DELS CONSELLERS Nº1
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Raquel Rabadán

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