28 ene 2015

“¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?”

Debo reconocer que soy una firme detractora de frases como “cualquier tiempo pasado fue mejor” o “más vale malo conocido que bueno por conocer”, y todas las sentencias primas hermanas cuyo único objetivo es mantenernos dentro del status quo de la innovación. Vamos, que es leerlas y me invade claustrofobia solo de pensar que algún creador se las pueda tomar al pie de la letra y esto nos mantenga en un eterno día de la marmota. Pero como en todo, hay una excepción, y si hablamos de moda yo tengo la mía. Se llama Versace y me tiene en un vaivén constante de pros y contras.

Me volvió a pasar, fue ayer observando las imágenes del desfile de “Atelier Versace Spring 2015”.  Sobre la pasarela se deslizaban mujeres de mirada fuerte desplegando a paso felino una colección solo apta para después de la caída del sol. Entre bastidores Donatella Versace ya lo había anunciado: “los cuerpos de las mujeres son curvas, son sensuales, se trata de ser feliz. De ser una mujer, y sexy es siempre bueno”. Y recordando estas palabras mientras repaso las fotos del desfile frunzo, inevitablemente, el ceño. Me digo a mi misma que no voy a pasarme al equipo de “cualquier tiempo pasado fue mejor” pero sí que creo que hay una distancia (casi imperceptible pero significativa) entre la materialización de sensualidad y/o sexualidad de Donatella y su antecesor, Gianni. Ambos utilizaron la confección de alta costura para enaltecer la sexualidad femenina, y aunque debo decir que cuando se trata del corte y las estructuras Donatella me tiene ganada, si amplio el plano hacia una vista total de sus colecciones hay algo que me chirria. Es la señora elegancia que con voz baja pide que se la despoje de los pequeños ingredientes de vulgaridad que a veces la casa de la medusa le cose a su palabra.

Aunque en esta reciente colección “AtelierVersace Spring 2015” (como viene siendo costumbre)  la carne tuvo un papel protagonista. Si hago zoom in en cada una de las piezas me atrae la forma en la que Donatella tiene de recorrer el cuerpo femenino. Como si una gota de agua se hubiese deslizado por la piel trazando una línea estratégica que separa la tela de la carne. Y entre toda esta sinfonía de líneas onduladas breves zonas más arquitectónicas que cubren pequeños espacios de desnudez, como pezones. Los colores primarios fueron las estrellas de la pasarela: azul eléctrico, blanco, negro, rojo… Todas ellos contorneaban la piel desnuda junto a largas transparencias. Quizás el modelo más sorprendente fue el mono con pantalones acampanados lucido por Karlie Kloss, un guiño muy contundente a la década de los ’70.





Más allá de toda opinión hay una evidencia: más del 80% de la colección está concebida para ser lucida en una alfombra roja, un lugar dónde Donatella se mueve como pez en el agua desde que en 1997 sustituyese a Gianni como directora creativa de la firma. El hecho es que este podría ser un año clave para la firma, que también está en primera plana desde que la semana pasada anunciase el nombramiento del estilista Anthony Vaccarello como nuevo director creativo de Versus Versace. Vaccarello será el responsable tanto de la colección masculina como femenina de la línea creada en 1989 cuyo objetivo es representar “el corazón rebelde” de la casa milanesa.

Repaso de nuevo la colección, y aunque no sé si pesan más los pros o los contras me extraño al ver que he acabado con un buen sabor de boca, hecho que no me ocurría desde hace tiempo con las propuestas de Donatella. Quién sabe; quizás este 2015 sea un año clave para la firma milanesa. Quizás sea el año en que cuando piense en Versace deje de desenterrar la concepción de sexualidad con la que Gianni vestia a las tops para pasar a ver una colección solo en presente y deseando que sea Donatella quien dé un nuevo giro al status quo de la innovación.




Adriana Barba Martinez @adrianabarba 

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