Muchafibra alquila espacios de trabajo y cuenta con hasta 40 máquinas de coser. |
En pleno centro del Raval, c/Carreter nº
13, nos encontramos con un taller de 250m2 en el que se ofrecen los servicios
de coworking, formación de cursos de costura y exposición y venta de las
prendas que se realizan allí mismo. Virginie Verrier, directora de la
asociación y diseñadora de la firma que lleva su nombre, nos recibe con la
amabilidad y cortesía que la caracterizan: “Surgimos
de la necesidad de ofrecer maquinaria, un espacio de trabajo y asesoramiento
profesional y formación para aquellos que no puedan invertir en máquinas.
Intentamos cubrir el hueco entre los estudios y la industria para dar el
empujón a aquellos principiantes que, por ejemplo, quieran desarrollar una
pieza concreta o un proyecto final de diseño”.Se alquilan espacios de coworking a la
carta, puedes escoger la modalidad de hacerte socio, ya sea por unos días,
semanas o meses o bien un pack de horas con horarios abiertos. muchafibra
cuenta con 40 máquinas de coser como el modelo overlock, la plana, la zig zag o
maniquís y bustos en los que crear una pieza. “El perfil de la gente que se acerca a muchafibra es tan variado como
sus objetivos, des de estudiantes que tiene un proyecto final de diseño, a
mujeres que vienen con ganas de arreglar su ropa o diseñadores que no tienen el
capital necesario para su proyecto y vienen aquí a desarrollar sus piezas”,
añade la directora de la asociación mientras asesora a una alumna del taller a
finalizar un acabado.
Una alumna de diseño realizando su proyecto. |
Aunar formación y moda es otro de los servicios que ofrecen con éxito.
Encontramos un amplio catálogo de cursos de costura que van des del nivel
iniciación hasta las Masterclass que imparten reputados diseñadores
internacionales como Shingo Sato. “Él es la estrella de rock del
diseño”, como apoda Virginie a Sato, que añade: “es un maestro japonés mundialmente
reconocido por la técnica de recortar, desconstruir y volver a construir la
pieza y, además, añade volúmenes, origamis o cualquier elemento más. Se dio a
conocer por inventar y enseñar el método de la construcción de prendas, la
llamada Reconstrucción Tranformacional. La Masterclass de Sato son, sin duda, la
parte más elevada de conocimientos, porque él te enseña cultura”, sentencia
la directora.
La tercera vertiente que ofrece este
atelier- escuela del Raval es su showroom, abierto al público de 11 a 20h. En
él se encuentran a la venta producciones de Virginie Verrier y prendas de autor
que salen del mismo taller. “Hacemos de
puente entre las escuelas y la industria, dando la posibilidad a que los
alumnos desarrollen sus piezas en el taller y pasen después a la venta en
nuestra tienda”, explica Virginie. Si entras en muchafibra, lo que está
claro es que vas a encontrar una pieza única y original, sin réplicas, con
diseño exclusivo y, si se da la casualidad, poder encontrarte con el artífice
de la prenda que trabaja en el mismo taller.
Ante todo moda sostenible
Uno de los maniquíes que se encuentran en el showroom con piezas de Virginie Verrier |
En muchafibra se trabaja con una mentalidad de comunidad y espíritu ecológico que se refleja en muchos de los procesos que se elaboran en el taller: des del reciclado de residuos textiles, a una visión de solidaridad o la apuesta por un mercado libre alejado de la tiranía de precios y del “fast fashion”.
La directora del centro, Virginie Verrier, intenta implantar un modelo sostenible a través acciones como el tejido con el que trabajan, todo es reciclado y proviene de las donaciones de empresas textiles. Los alumnos de los cursos trabajan con esas piezas para reinventarlas y evitar crear aún más residuos. Además, se intenta dar una mayor vida a las prendas con la multifunción. “Mi ropa está pensada para que sea modulable, me gusta confundir chaqueta y bolso y que sea una sola pieza, o que un vestido pueda pasar de 10 a 15 maneras posibles”, nos explica Virginie sobre su propia firma, y añade “la industria que la moda lleva alrededor no me gusta, me hace sufrir, por eso con mis diseños intento transmitir un mensaje sano, equilibrado y lúdico, donde vestirse toma otra conciencia que el simple hecho de vestirse porque sí”.
Los montones y toneladas de desperdicios, las penosas condiciones de trabajadores en el sector textil o el uso de productos químicos en los tintes, son solo unos ejemplos del lado de la moda que no se ve. “Es muy difícil llegar a producir un producto 100% ecológico, porque son difíciles de encontrar en el mercado actual, pero el comprador es quién tiene el poder para cambiarlo, si se toma conciencia, el cambio es posible”, sentencia Verrier. Si queréis conocer más acerca de esta asociación- taller donde se respira mucho savoir-faire y creatividad, no os perdáis el vídeo de Raval Cultural que os dejo a continuación.
. @imlady_rebel
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