1. No te metas con tus lectores
¿Has oído alguna vez que el cliente siempre es el que tiene
la razón? Pues lo mismo. Nunca tienes que hablar mal a tus lectores ni
insinuarles que hay algo de ellos que no va bien. Nada de insinuarles que
tienen que adelgazar para ‘sentirse mejor’. ¿Les estás llamando gordos? Ni se
te ocurra decirles que se compren esta u otra crema para disimular sus
imperfecciones. ¿Les estás llamando feos? ¡Nada de trucos para parecer más
joven! ¿Les estás llamando viejos? La regla más importante que debes aprender
es que ellos están estupendos estén como estén, y vamos a demostrárselo
mostrando una amplia gana de formas, tamaños y rostros con los que puedan
sentirse identificados y reflejados sean como sean.
2. Evita las comparaciones odiosas
¿Para qué quieres poner a un tío alto, guapo, fuerte y
musculado en la portada? ¡Y encima hacerles creer que su vida es divertida,
perfecta y que lo consigue todo sin el mínimo esfuerzo! Con esto sólo
conseguirás que se comparen con una imagen ficticia y poco creíble, y que se sientan mal consigo mismos. Pon siempre a una tía buena en
portada, y si encima le puedes sonsacar que es promiscua, le encanta la pizza,
los coches y que lo que más valora de un hombre es que la haga reír, has
triunfado.
3. No te metas en su vida
Es un tema demasiado complejo, no te metas en esas movidas.
¿Para qué quiere un hombre pensar en lo que está haciendo mal con su pareja? Él
es perfecto y si su chica o chico no están conformes, que se aguanten, hay que
quererlos tal y como son. No les des consejos para ligar, ¡no los necesitan! En lugar de eso, háblales de sexo o de cosas que
quieren las mujeres. Por supuesto hay un abismo infernal entre lo que tú crees
que quiere una mujer y lo que de verdad quieren pero… ¿a quién le importa? ¡Ellos
no lo saben!
NOTA: Si lo que quieres es crear una revista femenina, haz
justo lo contrario a todos estos consejos.
@cordeorde
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