El regalo
perfecto es un pañuelo. Me fascina este complemento. Para el cuello, el
cabello, anudado a la muñeca o hasta puesto al final de una larga trenza. En
todas sus formas y colores. En sus mil tejidos y estampados disponibles.
Y partiendo de
esta base, puedo ser poco objetiva si cuento mi experiencia en la nueva pop up store de Hermés en
Barcelona. Se llama La Maison des Carrés y se trata de la recreación del foulard que se lanzó en 1937, usado en
muchas ocasiones por Grace Kelly. La tienda ofrece una interesante experiencia
hasta el 30 de mayo.
Al entrar en la
tienda pude apreciar la importancia de cada detalle. Como la máquina que recrea
el proceso de teñido de los pañuelos donde puedes pintar capa por capa y color
por color hasta llegar al resultado final. Luego te llevas a casa un impreso
con tu diseño.
También pude ver
detalles como la Hermésmatic, una lavandería donde puedes llevar a teñir tus
pañuelos Hermés. Puedes hacerlo en tonos rosa o azul. O la tarima donde encontramos
a Lara Costafreda, una ilustradora que personaliza preciosos paipái con tu inicial.
También pude relajarme en los cojines gigantes de la planta superior, tapizados
con pañuelos de la marca. Y en el exterior, un precioso jardín diseñado por
Bornai donde se puede degustar un helado orgánico mientras transforman la
impresión de tu diseño del pañuelo en figuritas de origami.
Y entre tantos
detalles, al fondo de la sala, una pequeña exposición de pajaritas. La nueva
apuesta de la marca que se presentará el próximo día 25 de mayo. Un nuevo
complemento donde la seda es la protagonista.
En este mismo
rincón, pude descubrir muchas maneras de lucir un foulard Hermés.
Lo buena de la
experiencia es que me llevo todo lo aprendido a casa y empezaré a aplicarlo con
todo el repertorio de pañuelos que, no siendo Hermés, también ocupan un lugar
especial en mi armario.
Neus_Lloveras
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