Después del estreno mundial en el famoso Tribeca Film Festival 2014, se ha presentado por primera vez en España, la película “Dior and I”, el fashion film de Frédéric Tcheng sobre el debut del diseñador Raf Simons en la maison Dior.
La película documental, producida y dirigida por Frédéric Tcheng, el creador de obras maestras como Valentino: The Last Emperor y Diana Vreeland: The Eye Has To Travel, captura todo el drama y la pasión del proceso del desarrollo de la primera colección del diseñador belga Raf Simons por Christian Dior.
“Dior and I” adentra al espectador en el legendario mundo de la maison Christian Dior, ofreciendo el privilegio de poder estar detrás de la escena durante las ocho semanas de creación de la primera colección de Alta Costura de Raf Simons como director artístico.
Con este fashion film entramos en el mundo Dior casi de puntillas y vivimos en exclusiva la crónica de la creación de la colección Haute Couture Otoño/Invierno 2012/2013, desde la llegada de Simons, hasta el día más importante en la vida de un diseñador, la presentación final de una colección.
Vivimos la cotidianidad del director artístico durante los 56 días de locura que anteceden el desfile final, un camino que normalmente se cumple en seis meses. Raf Simons llegó a París como sustituto de John Galliano, después de haber sido director de la marca minimalista Jil Sanders, sin hablar francés, y con solo 8 semanas de tiempo para terminar la colección.
El documental nos muestra momentos de presión, genialidad, pasión y estrés: los fantasmas del pasado que rodean el diseñador y una responsabilidad tan grande en tan poco tiempo. Dior and I es una producción que nos ayuda a comprender el drama de un diseñador y, sobretodo, a apreciar todavía más su valor y sus habilidades.
Ver a Simons en acción es como observar el trabajo de un pintor: genial y metódico, amante de la naturaleza y para nada minimalista. Con su creatividad alcanza superar cualquier expectativa, encarnando totalmente el espíritu innovador y clásico de Christian Dior.
Personalmente, como amante de la moda, nunca voy a poder olvidar los cinco salones privados donde tuvo lugar el desfile, adornados hasta el techo con flores de diferente color, el florista favorito del diseñador belga, Mark Colle, declaró haber usado más de un millón de flores para cubrir los muros,en un perfecto homenaje a la feminidad, con toques clásicos y futuristas al mismo tiempo.
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