La mujer Delpozo en Barcelona

(O cómo ponerle voz a la mujer Delpozo)

Cuando paso unos días en Barcelona para visitar a mi familia y amigos, me acuerdo de lo bien que se vive en esta ciudad, lo que llego a echarla de menos y los lugares tan hermosos que hay. Llevo algunos años viviendo en Nueva York, la empresa de perfumes de alta gama que creé sin saber muy bien hacia dónde iría, encontró un buen inversor que confió en mi proyecto y nos pudimos establecer en la gran manzana. Para qué mentirles, después de muchísimo trabajo -estas cosas no pasan de un día para otro -la compañía va muy bien y está muy bien posicionada a nivel internacional.  

Estudié empresariales porque mi mayor sueño era crear mi propia empresa, ser mi propia jefa y entender de números e inversiones para poder valorar todas las posibilidades por mi misma. Otra cosa tenía clara: tenía que estar vinculada con el mundo de la moda. Mi abuela fue una de las mejores costureras del mundo (aconsejó a Coco Chanel en varias ocasiones) y mi madre es una diseñadora muy reconocida, así que ya os podéis imaginar como está marcado en mi ADN. Todavía recuerdo el caótico taller de mi abuela, a las modelos entre bambalinas y las pruebas de vestuario. 

Es verdad que mi trabajo requiere muchísimas horas, pero en mis ratos libres siempre me paseo por una buena exposición y si estoy de viaje, la visita a museos o galerías de arte es obligada. Si hace falta, alargo un día más para aprovechar y curiosear. Así que, aprovechando que me encuentro unos días por aquí, ¿qué mejor que recomendarles uno de mis top 5 de lugares de la ciudad?

1. Jaime Beriestain: para tomar el té (acompañado con alguno de los dulces que ofrecen en la carta) con las amigas y ponerte al día. Además contiene un espacio donde comprar productos del mismo estudio de arquitectura interior.

  

2. Filmoteca de Catalunya: siempre encontrarás en la cartelera esa película que creías haber olvidado.

3. Coctelería Collage: los cócteles de autor son pura imaginación artística.

4. Yashima: la experiencia absoluta de la cocina japonesa. Mesas bajas y un cocinero que te explica todo lo que va cocinando al momento.    

5. Museo del perfume: es bastante curioso porque se encuentra dentro de la perfumería Regia y tienes que dirigirte a los dependientes para poder visitarlo, pero no te pondrán pegas. Encontrarás una maravillosa y extensa muestra de la evolución de los gustos, materiales y diseño de los frascos.

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Raquel Rabadán

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