Cerré mi anterior post declarando al mundo mi amor por Marc Jacobs a través de un follow en Twitter. La simpatía con la que usa sus redes sociales había velado mi interés por la Marc Jacobs Daisy Chain y sin embargo, a los pocos minutos de publicar la entrada ya me había vuelto a picar la curiosidad.
Estaba, como siempre, montándome una película. Pensaba lo maravilloso que sería que abriera una de estas pop-up stores en Barcelona cuando me di cuenta que aún no sabía como funcionaba. Es por eso que, en cuanto pude, retomé la búsqueda de información.
Pero, ya sea porque Twitter no muestra todos los tuits publicados o porque habían pasado unos cuantos meses, el hashtag #MJDaisyChain solo parece haber sido usado por celebrities y bloggers.
Temí que el acceso a la tienda hubiese sido restringido de algún modo u otro por lo que me puse en contacto con Marc Jacobs a través de email.
En el correo pregunté si se precisaba de invitación para ir a la tienda o si estaba dentro del circuito de la New York Fashion Week -- por lo que se necesitaría algún tipo de acreditación--. También pregunté como se premiaban las menciones ¿Qué te hacía merecedor de un monedero y no de una muestra de perfume? ¿El número de seguidores?
Lamentablemente, mi email no ha sido contestado -- mal, muy mal. ¿Y sí hubiese sido una queja?-- pero encontré respuesta a todas mis preguntas en la revista Time.
En un video breve nos cuentan que la pop-up store estaba abierta al público y ofrecían servicios de manicura y cafetería. En el diseño de la tienda habían contado con la ayuda de jóvenes artistas que crearon una ambientación en la que las clientas podían inspirarse y usar para crear un contenido original. Pues cuanto más creativo era el post o la foto mayor era el premio. Además un jurado formado por bloggers seleccionaba, cada día, diez personas a las cuales se obsequiaba con una botella grande de Daisy.
El éxito de la acción se mide, según la marca, en más de 13.500 tuits y más de 4.300 menciones en Intagram. Sin embargo, el verdadero triunfo reside en la creación de comunidad y como esta ha trasladado su experiencia positiva al mundo online.
Y es que, aunque no contesten mails, el mensaje que emiten con sus hashtags es claro: no importa quién seas ni cuántos te sigan, si eres original y lo compartes con ellos formas parte del mundo de Marc Jacobs.
Sílvia Marina
Sílvia Marina
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