La Vintage fashion acampa en Internet
El fenómeno del reciclaje no queda relegado
únicamente a las corrientes eco-friendlys
o a los incondicionales adeptos de Greenpeace sino que desde hace ya unos años
atrás ha ido desarrollando una nueva y más amplia dimensión que se ha
extrapolado a otros sectores y áreas de mercado.
Uno de ellos es la industria de moda en la que
se hace latente cada vez más el sentimiento nostálgico de recuperar prendas vintage inspiradas en el canesú de
nuestra abuela o la tendencia retro de los sesenta parisinos que trasladan a
tardes de paseo por el Sena.
Se ha desatado la locura por la recuperación
de la moda de antaño, en especial entre los segmentos más jóvenes, que suspiran
por los vestidos de raso y los sombreros de ala. De ahí la proliferación de
Flea Markets y los mercadillos de segunda mano a pie de calle. Sin embargo, lo
que empezó como una fiebre hipster en
el corazón de Londres y París ha ido adquiriendo una relevancia cada vez mayor
y se ha dotado de herramientas que están más a la orden del día, haciéndose eco
en nuevas esferas sociales.
Asos es un estupendo ejemplo de ello. La
plataforma online británica multimarca que revolucionó el concepto de moda
rápida por Internet con su Free shipping
a cualquier parte del mundo, combina su foco de negocio con un canal de Marketplace en el que marcas y usuarias
pueden vender y comprar prendas ya utilizadas a un precio competitivo, fomentando
el reciclaje de prendas, la reinvención de looks y la sinergia de estilos de
diferentes regiones del mundo.
Poco a poco se han ido sumando exitosas
iniciativas formando una amplia y sugerente lista de mercadillos virtuales,
cuyo propósito es impulsar el intercambio y la reutilización de la ropa de antes.
Este modelo se ha ido reinventando y atendiendo a nuevos nichos de mercado que despuntan
a raíz de la especialización del sector. Agorique nace con un concepto muy
interesante que conecta pequeñas marcas y diseñadores emergentes con un amplio
mar de retailers y negocios multimarca, con el fin último de beneficiar a las
pequeñas empresas y hacer brotar oportunidades rentables.
Es realmente interesante como las startups van abriendo camino y descubriendo nuevos huecos para explotar al máximo la creatividad en este sector y lo más me fascina es poder tener la moda de Portobello a un solo click, quién nos lo hubiera dicho.
Blanca Romero
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