Entre el blanco y el negro hay un sinfín de matices, se suele decir. Entre el hombre y la mujer pasa lo mismo, digo yo. En la sociedad actual, el conocimiento clásico del significado de hombre y mujer se está quedando obsoleto, al menos si sabemos apreciar que cada vez más individuos poco se identifican con ninguno de estos dos términos. Gente que vive, ama y lee revistas como cualquier otra, aunque tenga barba y utilice bragas o naciese con testículos que ahora se esconden bajo una minifalda.
Y si la sociedad cambia, el público también. Nuevo público con nuevas necesidades que satisfacer. Eso debió de pensar Luís Venegas al crear Candy, una revista de moda destinada a lectores transgénero. Transexuales, travestidos y similares que se preocupan por la moda, que quieren saber las últimas tendencias y verse reflejados o sentir deseo aspiracional al contemplar un editorial de moda. “Hay pocos grupos que se preocupen tanto por la moda y la belleza como lo hacen los trans”, decía Venegas.
Tras cuatro años, la revista española que se vende en todo el mundo ha tenido en su portada a celebridades tales como Chloë Sevigny, Tilda Swinton o Jared Leto, todos ellos transformados y fotografiados por los mejores fotógrafos internacionales.
En el último número hemos podido ver a una Lady Gaga con bigote y enseñando el pubis, así como a Marilyn Manson con vestido y zapatos de tacón, ambos capturados por Steven Klein. Gran revuelo provocó el segundo número de la revista que vistió a James Franco de una sensual mujer. La publicación salió hasta en el conocido programa estadounidense The Ellen DeGeneres Show.
Una revista innovadora que ha sabido encontrar un nicho de mercado sin explotar. Páginas que celebran la variedad de sexualidades, nuevas identidades individuales que salen a la calle con paso firme, como no, vestidas.
Alberto Guerrero
@aL_gP
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