El pasado
martes 7 de febrero pudimos contar en clase con la presencia de Joan Manel Jubany, maquetista en la
revista Woman, que nos hizo ver una
historia del fotoperiodismo y dirección del arte que di solito desconocemos. La historia de “los grandes”, que Jubany
empezó con Brodovitch, fue el hilo
conductor de la sesión. Nos centraremos también aquí en Brodovitch intentando
ir más allá en el mundo del periodismo: ¿quién hay detrás de este arte que
cambia a gran velocidad?
Alexey
Brodovitch (1896-1971) nació en Rusia aunque ya de joven se instaló en París,
lugar que marcó profundamente su carrera. Los primeros años 20 que vivió en
París, años en que la ciudad era el centro de las vanguardias artísticas,
Brodovitch bebió de toda la inspiración que le era cercana.
Con su
formación y contaminado por el arte parisino, viajó a Nueva York,
convirtiéndose así en difusor del arte europeo en Estados Unidos. Brassai, Man
Ray, Hiro, Henri Cartier-Bresson o Irving Penn fueron algunos de sus
colaboradores, hecho que nos muestra su gran capacidad para promocionar a estos
grandes artistas, para escoger lo mejor de entre lo bueno.
¿Qué caracteriza a Brodovitch? Si se convirtió en un gran maestro y director de arte,
además de diseñador y fotógrafo, no fue sólo por su capacidad de difusión de
artistas geniales. El método de
trabajo característico de Brodovitch marcó un estilo, creó sus propias reglas.
- El uso del blanco. Esta
fue una de sus grandes marcas de personalidad. Algunos lo han interpretado como
una añoranza del paisaje ruso, de los orígenes del creador, pero es cierto que
el blanco es el color que lo define: páginas limpias, claras, sin saturación de
contenido, muy visuales, muy sugerentes…
- Efecto espejo. Al
contrario de lo que se había hecho hasta entonces, Brodovitch empieza a
maquetar a partir de la fotografía: inventa un nuevo mundo en cada artículo
donde transmitir es lo más
importante.
- Más allá de la fotografía. Un nuevo enfoque a la fotografía, una nueva visión.
Pero ¿cómo ir más allá de la fotografía misma sin salir de ella? Algunos
ejemplos son por ejemplo las fotos quemadas, para representar las tonalidades
de una temporada, o un nuevo formato de imagen: imágenes a sangre, sin dejar
borde blanco en el papel.
- Visión cinematográfica.
El ritmo, la variedad, y la sorpresa serán tres factores claves para Brodovitch,
que entendió la revista con una visión cinematográfica.
Un estilo
elegante, con una gran simplicidad y austeridad, éste sería el mensaje de
Brodovitch. Como director de arte que ejerció también de pedagogo, transmitió
sus conocimientos y su sensibilidad a sus alumnos, y fue de gran inspiración
para muchos otros jóvenes artistas. Su trabajo más significativo fue en la
revista Harper’s Bazaar en unos años
50 en que hasta la gran Vogue se inspiraba en ella.
Así que
la historia de uno de los primeros y más influyentes directores de arte, se
basa en la observación de los artistas de su época, de aprender de su
alrededor, de su gran imaginación y sensibilidad, y se convierte en un
referente a seguir.
Pero la pregunta es, ¿Deberíamos
seguirlo a él o a su método? Según Joan Manel Jubany, a pesar de tener a
nuestro alcance grandes libros de grandes diseñadores, no hay nada mejor que
salir a la calle, ver todas las exposiciones que podamos, e impregnarnos del
arte que nos rodea. ¡Los grandes serán para contemplarlos…!
Algunas de sus producciones:
Natalia Gutierrez Sans
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