No fue poca la expectación que se levantó al anunciarse que
la Reina del Pop volvía a los escenarios, y nada menos que en el gran
acontecimiento que supone la Super Bowl en Estados Unidos el pasado 5 de
febrero; tanto es así que se registraron hasta ocho mil tuits por segundo
hablando del evento. Pues bien, la curiosidad rápido se deshinchó al ver que el
espectáculo era más de lo mismo, imponente y espectacular (habría que ser muy
cafre para no conseguir un buen resultado con los presupuestos que se manejan
en este tipo de producciones) aunque tampoco nada excepcional.
Para ser sinceros, se veía venir desde que unos días antes
presentara su nuevo vídeo Give me all your luvin’ en el que aparece cual animadora de instituto rodeada de jugadores de
fútbol americano. Sí, animadora a sus 53 años. Y es que alguien debería decirle
que por más fabulosa que esté y más deporte que haga debería ser coherente con
su edad y reinventarse adaptándose a los nuevos tiempos. Dónde quedó aquella Madonna
que reivindicaba los derechos de los homosexuales o que escandalizaba a medio
mundo con sus bustiers de Jean Paul Gaultier? Si Lady Gaga ha conseguido crear
un producto parecido al que Madonna ofrecía en los ochenta, porque ella misma
no es capaz de volver a sus orígenes? Da la impresión de que su único objetivo
ahora sea seguir vendiendo y mantenerse en la industria musical a toda costa, como si el tiempo no hubiera pasado.
Volviendo a la actuación; duró trece minutos en los que hubo
un poco de todo haciendo un repaso a varios de sus éxitos: Vogue, Music, Open
Your Heart, o Like a Prayer entre otros. La cantante hizo una entrada triunfal
al estilo de faraona egipcia con un total look dorado montada en una gigantesca
carroza de la mano del Cirque du Soleil. Los estilismos, firmados por Givenchy
alta costura estaban inspirados en la mítica Cleopatra y realizados en cuero,
oro, leopardo y otros materiales opulentos acordes a la actuación.
Fueron interesantes las colaboraciones al show de otros
artistas como M.I.A. LMFAO, Cee-Lo y Nicky Minaj que ayudaron a disimular la
baja forma de la protagonista, quien hizo todo el show en playback y a punto
estuvo de caerse del escenario de un tropezón. De hecho, Madonna ya ha
manifestado su descontento con la colaboración de M.I.A. que dedicó una peineta
a la cámara robándole el protagonismo a la rubia, y es que las divas ya se sabe,
dispuestas a cualquier cosa por conseguir publicidad (recordemos el problema de
vestuario que tuvo Janet Jackson enseñando el pecho con pezonera misteriosa
incluida en una edición anterior de la Super Bowl). Esperemos que la reina del
pop se esmere por mejorar estos resultados en su próxima gira Madonna World
Tour que llegará a Barcelona el 20 de junio.
Cartel de la gira Madonna World Tour 2012 |
Buena crítica. Yo aún habría sido más destructivo que constructivo; ya que des de mi perspectiva creo que Madonna ha acabado cayendo en su propio bucle de divinidad y ensimismada en su reinado.
ResponderEliminarReinado que renueva como título, pero no en contenido. Producciones que a mi parecer ya no tienen elementos que realmente expresen ningún tipo de mensaje ni ningún tipo de construcción comunicativa que tenga concepto real.
Madonna ha quedado como eso. Una cincuentona que lucha por mantener una imagen "eternamente joven" , pero que realmente debería reinventarse de forma creativa.