Durante años el mundo que conocemos hoy fue testigo de su propia y arbitraria división. Un polo, liderado por Occidente y representado por los Estados Unidos y otro polo, el oriental, cuyo máximo exponente fue la URSS. Con la constante presencia del riesgo de una explosión bélica, dos visiones de mundo se enfrentaron durante décadas: mercado, liberalismo y democracia VS estado, centralización y comunismo.
En la búsqueda de imponer principios, tanto la URSS como los EEUU fueron expertos en utilizar el mapamundi como un tablero de ajedrez. "Guerra fría" se llamó a este período.
Pasaron los años, y en el interior de la URSS se sucedieron uno tras otro distintos Secretarios del Partido Comunista, el cual se veía cada vez más desgastado. El comunismo perdía la pelea y los valores occidentales se imponían. Ya para principios de la década de los 80, poco quedaba de la épica Unión Soviética de los 50 y reinaba en su lugar un sentimiento social de inconformidad y desilusión. Fue éste complicado período de transición que le tocó liderizar a Mijail Gorbachov, un hombre que formó parte de la "vieja guardia" soviética y que reconoció al ver que la derrota era innegable, la necesidad de ceder y reconstruir. Fue el momento de la famosa perestroika, una medida económica ideada por Gorbachov, cuyo objetivo era sacar a la Unión Soviética del estancamiento económico en el que se encontraba.
Entre tantas figuras importantes, Gorbachov jugó sin duda un rol fundamental, ya que su llegada a la Secretaría del partido y las reformas que propuso desde ahí fueron y serán siempre asociadas al punto de no retorno que vivió la Unión Soviética. Es el hombre del antes y el después, o al menos así es recordado.
Y ¿qué mejor manera de recordar su protagonismo que con su participación en la campaña publicitaria de la marca Louis Vuitton en el 2007?
Con admirable elegancia, vemos al orgulloso ex lider soviético, sentado en el asiento trasero de un coche mirando por la ventanilla los restos del muro de Berlín con un glamoroso bolso de lujo marca Louis Vuitton.
¡Es casi melancólico!
Sin indagar sobre las verdaderas intenciones del anuncio realizado por la fotógrafa Annie Leibotvitz quien también fotografió a André Agassi y a Catherine Deneuve para ésta campaña, no podemos dejar de admirar lo paradójico de la imagen que nos muestran: el ex-líder de la férrea Unión Soviética, una vez madre de los principios socialistas y ahora hija del capitalismo occidental, simboliza perfectamente la realidad de una nación que se fue a dormir de una manera y despertó de otra.
De esta forma, nos convencemos una vez más de que la moda funciona como relatora de la historia, sin importar cuán esquizofrénico sea el panorama.
Claudia Lizardo
PD: Sorpresa: Gorbachov participó además en un comercial para la marca Pizza Hut. Así que no nos extrañemos si de repente nos sorprende apareciendo en alguna otra campaña... ¿ Quizá Old Spice? ó¿AXE?
Oye, Excelente reflexión! La imagen de Gorbachov es bien impactante e irónica: el líder del bloque comunista junto al símbolo más genuino del capitalismo global. Wow! También me pareció fantástico lo que dices de la moda y la historia... Eso me recordó la vez que alguién señaló que el bloque comunista colapsó no debido a los continuos ataques gringos, sino por el deseo inextinguible de la gente de comprar blue jeans, discos de rock y películas americanas.... En fin, la moda pareciera ser no sólo "relatora" de la historia, sino también parte substancial de ella.
ResponderEliminarSaludos
Steven.