“El pasado, pasado está”, esta frase con redundancia de sustantivo parece a simple vista un consuelo, sin embargo, no siempre termina diciendo … y perdonado está”. Como ciudadana amante del presente y de las ganas de comerse el futuro, también reconozco tener un gran respeto al pasado, bien sea para no repetir mis errores ni los ajenos, o al contrario, por no olvidar las alegrías.
La gran mayoría del mundo occidental informado e interesado por la actualidad está al caso del escándalo en la casa Dior, hará unas tres semanas. El excéntrico director artístico John Galliano, nadando entre litros de alcohol y quien sabe, otras sustancias, atacó verbalmente a los judíos y ensalzó a uno de los líderes mas repugnantes de la historia del siglo XX: Adolf Hitler. Reconozco no estar dando una primicia, sin embargo, después de haber leído un desvelador y muy recomendable artículo del periodista Rafaél Rodriguez Barros, me han surgido dudas, opiniones e indignación ante un tema al que se le debe dar mucha importancia.
El mundo de la moda y los escándalos esta vez relacionados con la política, o mejor dicho con una etapa terrorífica la historia política. Dos mundos completamente distintos que un gibraltareño moreno teñido de rubio unió una noche de desenfreno en París. El pobre tubo un mal día en el trabajo, quiso perder demasiado el mundo de vista y esto se le fue de las manos. Bien podríamos justificarlo de este modo y pasar página, pero yo no lo voy a hacer. Seguramente mas de una vez nosotros también habremos bebido demasiado, y algún insulto fuera de lugar se nos habrá escapado, pero estoy segura de que a la inmensa mayoría de nosotros no se nos ha pasado por nuestra ebria cabeza decir Heil Hitler, ni Viva Franco. Sí, claro está que un genio de tal nivel como Galliano no es una persona “normal” como entendemos la gente de a pie, pero precisamente por esto, debió cerrar el pico, por no ser normal, por ser ni mas ni menos que el Director artístico de una de las casas francesas con mas renombre en el mundo de la moda y el lujo.
desafortunado John |
Cuando uno es lo que se dice “un genio”, parece ser que por ello debamos exculparlos de sus excentricidades, pero ¿hasta que punto? Si las personas que aún tocamos de pies al suelo, y tenemos memoria histórica no cerramos el pico en sentido figurado a ciertos individuos, ya no a John Galliano, sino que extiendo esto a mucho más, ¿ quien lo va hacer? Tenemos la suerte de haber nacido en un país democrático, donde tenemos derecho a voto y libertad de expresión, pero digamos No a la libertad de insulto. Si partimos del respeto y recordamos año tras año las victimas del holocausto, como también y haciendo un apunte a España, las victimas de la Dictadura Franquista, aunque no lo hayamos vivido, debemos darle la suficiente importancia para que nunca vuelva a ocurrir.
Algunas de las millones de víctimas del Holocausto |
Parecerá un discurso un tanto desmesurado, sin embargo, no debe serlo, ya que pasar por alto un monólogo de tal envergadura sería la semilla del olvido. ¿ sois conscientes del gran aumento de la extrema derecha francesa en las últimas encuestas políticas? Aquí lo dejo.
La moda es un mundo tachado de superficial y en muchos casos elitista, que se mueve en otra esfera, pero quien la mueve son personas con sentimientos e ideas políticas, las cuales se deben apartar instantáneamente de este mundo si no queremos ensuciar nuestros vestidos de Dior, o quien sabe, de algún otro diseñador proclive a perder la chaveta. Sí, “ el pasado, pasado está...” pero en este caso, NO perdonado y aún menos, olvidado” .
Carla Valls Roca
Carla Valls Roca
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