Para nadie es un
secreto que China es una fuerte productora textil, y no solo procesa sino que también
produce la materia prima necesaria para su industria, sin embargo su demanda interna debido al aumento del poder
adquisitivo de la población es creciente y necesitan mayores cantidades de
materia prima que las que pueden producir.
Observamos una
constante peligrosa en su sistema de producción y reservas de materiales; el
cual consta en abastecerse de materias primas, en este caso concreto el algodón
hasta generar desequilibrio, en primer lugar escasez de la materia prima en
concreto y luego un stock estancado de producto terminado que atiborra el
mercado y hace difícil competir, además de la inflación en los precios de la
materia prima.
El gobierno Chino ya ha
recurrido a este tipo de estrategias en varias ocasiones, cabe recordar la escasez
de lana en los primeros años del siglo XXI, que se tradujo en una monopolización
del mercado de la lana concentrado en China, y unos años posteriores con un
stock de producto terminado estancado a causa de los primeros coletazos de
crisis en Estados Unidos y Europa, fue una jugada maestra en la que China
ganaba de punta a punta y aunque en un principio los países productores de lana
estaban satisfechos de vender su producción a la emergente China luego se
dieron cuenta de que era un arma de doble filo e iban a terminar comprando a
China los productos terminados y la materia prima bajo las condiciones que
ellos impusieran.
Al igual que el año
2010, en el que China bajo su producción interna de algodón, compro y abasteció
sus reservas de materia y nuevamente el patrón se repitió, importantes
algodoneras dejaron de funcionar toda una temporada a falta de materia prima y los
elevados precios a los que hubieran tenido que comprar el material a los chinos
hablando de una inflación de dos dígitos, con un precio record histórico con un
86% por encima de años anteriores.
Hoy se repite la zozobra,
China está comprando algodón en un momento en el que el precio de este está
subiendo vertiginosamente, comprando hasta 10 veces más de lo que compraba en
años anteriores, mientras que el resto del mundo mira expectante sabiendo de
antemano a que va a conllevar ese suceso, sin tener más remedio que esperar;
China controlaría el mercado del algodón y frenaría el ya por si en mal estado
comercio mundial.
Incremento en el precio del Algodon en Diciembre FUENTE: Expansion.com
Algunos expertos
afirman que las consecuencias de que China liberara sus reservas de algodón, ayudaría
a impulsar las industrias algodoneras, gracias a las crecientes exportaciones
de Estados Unidos y que la crisis mundial no se asoma en los mercados asiáticos
que generarían la demanda suficiente, pero yo lo considero que hay que ir con
pies de plomo en una economía tan inestable y volátil y anticiparse a las
variaciones del mercado para no tropezarse por segunda con la misma piedra.
ELIANA PACHECO AREVALO
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