3 mar 2017

Larga vida a la ropa

TEXTO: LAIA LEVIS

Érase una vez un bonito vestido que lucía brillante y resplandeciente en el escaparate de una distinguida tienda situada en la mejor zona comercial de la ciudad. Como todo buen vestido esperaba ansioso la hora de ser comprado. Sin embargo, las fiestas navideñas pasaron una tras otra, nochebuena, navidad, nochevieja y finalmente la noche de reyes… Pero el pobre vestido no fue vendido. 
Con la segunda semana de enero llegaron los descuentos, y el brillante vestido fue rebajado un 20%, luego un 30% y finalmente le colgaron la etiqueta de “a mitad de precio”. Una vez más sin suerte y con la autoestima rebajada a la mitad, el vestido fue descartado para su venta en la boutique. 

¿Qué pasará ahora con él? Os habéis preguntado nunca ¿qué pasa con la ropa que no es vendida en tienda? 

La ropa que finalmente queda en stock después de rebajas es llevada a los outlet, de los que actualmente disponen casi todas las grandes cadenas. Y allí puede permanecer y ser rebajada tantas veces hasta la liquidación del mismo outlet. Permanece el mayor tiempo posible para generar el mayor margen de beneficio posible para el negocio.
Outlet del grupo Inditex

Esta “marginación” temprana de las prendas de ropa, viene impuesta sobre todo por la nueva reducción del proceso de producción – de 8 o 9 meses se pasó a 3 semanas-, un modelo instaurado por el gran portaviones de la moda, Inditex. Controlar el 90% de la producción, incluyendo en este tanto por ciento la distribución, les permite reducir los ciclos temporales y rellenar tres cuartos de tienda con stock nuevo cada 2 semanas. Y aunque el modelo Inditex se caracteriza por hacer producciones cortas, estos cambios tan rápidos también loes produce un stock sobrante de sus prendas. 

Primark, el gran hipermercado de la moda, funciona con un modelo distinto. Sus tiendas son tan grandes que pueden tener el stock expuesto y rebajarlo hasta que es vendido. No necesitan una “subtienda” que venda más barato porque ellos mismos pueden hacer esta misma función. 

Hace unos años las malas lenguas decían que las firmas de alta costura o las marcas que vendían a precios elevados destruían sus prendas porque no querían arriesgarse a la venta ilegal de esta, pero actualmente con la crisis –miedo a la compra y poco dinero- y los altos costes que supone destruir los residuos, son pocas las tiendas que pongan en práctica esta maniobra. Es más, en un momento en que el consumo responsable es más importante que nunca, vender y comprar lujo o moda en general de segunda mano a través de una aplicación en tu smartphone es toda una tendencia. 
App para vender y comprar ropa de segunda mano

Otras vías de escape para ropa que no se vende, son los mercadillos. Cada vez menos, pero no es raro encontrarte una prenda de alguna tienda conocida de tres o cuatro temporadas atrás en algún mercadillo. No es una noticia nueva que la ropa de las cadenas, muy pasada de temporadas o con alguna tara, se vende a los feriantes a muy bajo coste. Aunque por desgracia también podemos encontrar imitaciones perfectamente etiquetadas como si fueran reales. 

Según un artículo de la revista S Moda, en las tiendas de la compañía Inditex, una cantidad muy pequeña de sobrante no vendido  se donan a ONGs. Quizá, esta última es la opción más acertada en un mundo en el que sobran residuos y pobreza, y  faltan recursos naturales y políticas sostenibles.
Concepto de cambio de mentalidad para reutilizar ropa

 




 

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