Si hoy lunes 27 de febrero se
pudiese materializarse…sería un café muy intenso. Para todos aquellos que les
guste el cine y les guste La La land
se han llevado una gran decepción al saber que no ha sido galardonada como
mejor película ni Ryan Gosling se ha llevado el Oscar a casa por su papel en la
película. Para aquellos que nos gusta la moda a parte de estar pendientes de la
Red Carpet también estuvimos pendiente del desfile de Dolce & Gabbana.
Sin duda alguna fue un desfile
que quería transmitir un gran mensaje: la diversidad. La firma italiana apostó
por modelos altas, bajitas, algunas más masculinas y otras femeninas y también embarazadas,
algo que en el mundo de la moda no se está acostumbrado pero que poco a poco se van introduciendo nuevos conceptos y nuevos modelos.
Modelo del desfile Dolce&Gabbana 2017.
Otra apuesta de Dolce & Gabbana fue el papel de las bloggers en la industria de la moda haciéndolas desfilar por la pasarela dónde una de ellas era la española Alexandra Pereira más conocida como ‘Lovely Pepa’. Sin duda la firma italiana le está gustando que los famosos influencers desfilen para ellos como ya bien hizo Pelayo Díaz en el desfile masculino.
Alexandra Pereira desfilando para Dolce&Gabbana.
Más allá de la apuesta en escena quise hacer una reflexión sobre este mensaje que le lanzaba Dolce & Gabbana. Recordé que hace dos años Stefano Gabbana y Domenico Dolce fueron boicoteados por unas declaraciones que hicieron sobre el modelo de familia las cuales causaron una gran controversia. Algunas de sus opiniones fueron las siguientes (declaración extraída de http://bit.ly/1LEYAVT):
“No hemos inventado
nosotros la familia. La Sagrada Familia la convirtió en un icono, pero no es
una cuestión religiosa o social: un niño cuando nace debe tener un padre y una
madre. O al menos debería ser así. No me convencen aquellos que yo llamo los hijos
de la química, los niños sintéticos. Úteros de alquiler, casi elegidos por
catálogo. Y después ve a explicarles a estos niños quién es la madre. ¿Usted?”.
Campaña de Dolce&Gabbana Kids.
Por ese motivo es difícil no
pensar que aparte de reivindicar la pluralidad fue también un lavado de imagen
después de dos años de la polémica.
Fuentes consultadas:
- El País: http://bit.ly/1MIUY2r
- El País: http://bit.ly/1LEYAVT
Mireia Tomàs
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