Mi experiencia comenzó con Privalia, toda una novedad, y porqué no reconocerlo, una ligera sensación a aquellos años en que nuestras madres compraban moda mediante catálogo. Cintas de medir, tallas que no se correspondían, artículos poco fieles al anunciado, eso sí, mucha variedad y tranquilidad para elegir desde el sofá de tu casa.
Mi incursión hacia el mundo del E-COMMERCE en cuanto a moda empezó de la nada, hace 3 años, cuando alguien te sugiere una página, a priori minoritaria, donde puedes encontrar moda y últimas tendencias a precios low cost. Enseguida, como la espuma del fino champán, este término se fue instaurando sigilosa pero firmemente en boca de los consumidores y multiplicándose por 200 el crecimiento de plataformas de venta online que nacían orgullosas bajo la filosofía de calidad al mejor precio.
El resultado, de recibir una newsletter al día a una treintena en menos de un año: Buyvip, Privateoutlet, Ofertix, Vente-privee, Esdemarca, Dress-for-less, Westrags, el listado es interminable…Nacidas bajo el funcionamiento de liquidación de stock, el tiempo cuenta, el perfil de comprador compulsivo sigue afianzándose con este tipo de negocio. Si lo quiero, no puedo dudar.
Poco a poco los medios nos inundan de artículos, sobretodo en 2010 y 2011 con cientos de porcentajes, estadísticas, encuestas que vienen a anunciar lo inminente; El consumidor español, lejos de las expectativas iniciales, empieza a comprar a distancia. ¿Y esto que conlleva? Mayores ingresos para las firmas, la apertura de un nuevo horizonte donde la cultura del consumismo se expande a la vez que las arcas de los productores. Fabuloso, nosotros compramos cuando queremos, ellos amplían ventas. Todos ganamos.
Las incursiones hacia este nuevo negocio, que yo me atrevería a denominarlo como una nata estrategia de marketing, inteligente y adaptada a los nuevos tiempos sigue reconvirtiéndose, evolucionando, y yo como firme pro-E-COMMERCE añadiré; progresando. Y me llena de satisfacción ver como día a día las marcas en las que confío, y que ya forman parte de nuestro universo de compras sin el cual nuestro armario no sería nuestro armario, sino algo que se escapa de nuestra imaginación, como la descabellada idea de la vida sin internet, se apunta a la corriente E-COMMERCE, para salvarnos ese día desesperado, en que necesitas un vestido de cocktail para una fiesta de último momento y no tienes tiempo de ir a comprarlo porque trabajas a full-time.
Mango, Blanco, Zara, Stradivarius, Pull and Bear, Bershka, Topshop… Con sus jóvenes portales de venta online, expanden la experiencia de la compra a través de la red, de la venta de liquidaciones a la venta del producto actual. Y por fin el sucumbir a este negocio perfecto, la moda pret-a-porter y el lujo también se apuntan al ámbito online. Loewe, Luis Vuitton, Miu Miu, Ralph Lauren, YvesSaintLaurent… Recientemente se ha publicado un artículo en el que se describía el perfil de los consumidores online. Para gustos, colores. Desde aquel que se ajusta a la exclusividad en el artículo, al práctico y reflexivo, todos encuentran lo que necesitan en la red. Y ante la crecida y consolidación del mercado de la moda online y sus magníficos beneficios para España, yo me quedo con la plácida satisfacción, que la red, nacida para democratizar la información sigue su transcurso y aterriza en la democratización de la moda, para el disfrute de todo el mundo, y por qué no decirlo, presagio susurrante de una crecida en la oferta de puestos de trabajo. Yo desde aquí brindo por el E-COMMERCE.
Publicado por Miriam Barrera
Publicado por Miriam Barrera