Por: Alina Méndez Rodríguez.
Desde 1959, Barbie ha estado presente en los hogares de muchas niñas, y no tan niñas, alrededor del mundo; para algunas fue la primera muñeca que tuvieron y para otras, el objeto de adoración y colección (en Madrid existe el Club de Coleccionistas de Fashion Dolls), y no hay que olvidar aquéllos que repudian por completo la existencia de la famosa muñeca americana.
Hoy por la mañana, al menos en tiempo de España, las cuentas oficiales de Barbie en diferentes redes sociales daban a conocer la imagen que da entrada a este post y que el tema llevaba promocionándose durante los cuatro días anteriores a la fecha, sin dar más detalles. Una vez que se colgó la imagen, las nuevas muñecas que formarán parte de la nueva línea comercial de la marca ya estaban en todos los medios y estaban generando bullicio en las redes por la siguiente razón: las muñecas vienen con catorce tonos de piel distintos y cada una tiene un tipo de cuerpo distinto.
Desde que tengo memoria, como fanática de Barbie que soy, he escuchado incontables críticas hacia el cuerpo de la muñeca y más críticas hacia el mal modelo a seguir que puede ser para las mentes en formación que juegan con ella; pero, ya después de tantos movimientos anti-Barbie, Mattel decidió alinearse con los tiempos modernos y sacó a la venta esta colección que, desde mi punto de vista, está hecha para compensar lo que las niñas nacidas en los 90's, como yo, no tuvimos: una muñeca parecida a nosotras. Las niñas de hoy tendrán un modelo de inspiración todavía mejor; porque Barbie siempre nos ha enseñado a que si quiere, se puede; y que les hará más fácil el camino para entender que ser diferente no está mal, mientras no hagas daño a nadie.