3 ene 2014

Del lujo a la salida del metro...

En estos días de lluvia en los que todos vamos corriendo por las calles y nos resguardamos donde podemos, aparecen los paraguas, o parasoles (dependiendo del fin con el que se usa) ese objeto práctico que nos evita mojarnos o nos resguarda del sol y que un día fue un digno representante de la feminidad y la clase.
Este complemento es cierto que vivió tiempos mejores, y que su diseño no ha variado apenas en el tiempo, por lo que podríamos hablar de un “buen diseño” ya que como dijo Bruno Munari representa la mejor expresión visual de la esencia de un objeto.
En el s xI surgió en China y llego a ser parte de un ritual divino en el que este se utilizaba para cubrir al emperador en sus apariciones, ahora bien se utilizaba para protegerse tanto de la lluvia como del sol y solo era utilizado por las clases altas.
En Europa se comenzó a utilizar más bien como resguardó del sol, ya que en esa época la moda dictaminaba que la elegancia y la clase alta tenían la tez blanca, de ahí a que se asociara a la mujer, comenzó a ponerse de moda en Francia e Italia sobre el siglo XVII mientras los ingleses se reían de sus vecinos europeos por considerarlo un complemento femenino pero ya en el s XVIII se había popularizado por toda Europa e incluso aparecieron diseños en encaje y seda que hacían de este una autentico objeto de lujo reservado a las clases más altas de la sociedad, hoy en día cualquiera puede tener un paraguas así que podríamos hablar de que el paraguas paso de ser un objeto de lujo utilizado con una finalidad más estética y distintiva que practica para acabarse convirtiendo en un objeto cotidiano en nuestras casas.
Aunque como he dicho anteriormente su diseño en esencia no ha variado apenas en siglos sí que se ha mejorado en cuestión de materiales, además el mercado actual nos ofrece una amplia oferta de paraguas con variados diseños como por ejemplo los de Pasotti Ombrelli que apuestan por recuperar el lujo de tiempos pasados de este complemento aplicando incluso cristales Swarosky en alguno de sus modelos, o la empresa de paraguas Dots apostando por atrevidos y modernos diseños para todos los gustos, sin olvidarnos del típico paraguas plegable que te puedes encontrar a 3 EU a la salida del metro o en algún que otro bazar y que te soluciona el día.
En fin el paraguas pues es como una de esas estrellas de Holywood que un día brillaron en las pantallas de los cines de nuestros pueblos y ciudades para después acabar siendo vendidas en los top manta de tantas calles, así pues me gustaría rendir un homenaje a este objeto que ha pasado de lo divino a lo mundano, del lujo a lo popular y de lo bonito a lo práctico sin variar la esencia de su diseño en siglos.



Salz Medina


30 dic 2013

FASHION BLOGGER



  
Un nuevo fenómeno nos está invadiendo y esto es innegable.
El famoso mundo blogger es un elemento imprescindible para la industria de la moda
y el streetstyle es ya fuente de inspiración para muchos diseñadores. 
Ha nacido una nueva forma de comunicar moda, de ver y ser visto, de mostrar a través de una pantalla tu vida, tu forma de vida y la forma de vestir dentro de ella con un resultado inevitable; influenciar a las grandes masas de seguidores del mundo, siendo ya un referente para muchos. 


Esta nueva forma de expresión es para gran parte de ellas una nueva profesión.

Ha pasado a un segundo plano el mundo de las topmodels, dejando atrás las medidas noventa sesenta noventa, se da relevancia y protagonismo al cuerpo sin medidas específicas y al talento para exponerse al público. 

Han sido buscadas principalmente para participar en eventos y para colaborar con grandes marcas con el fin de que éstas hagan público todo, lo cual supone un beneficio principal en comunicación y marketing para la marca, es decir pura estrategia.

Las grandes marcas; son éstas el motor de todo, son las que lo hacen posible, utilizan a las bloggers como medio de contacto directo con el público para darse a conocer, y ya sabemos que hacerlo a través de las redes sociales es hoy en día una de las maneras claves, más rápidas y factibles para hacer publicidad.

A cambio de esto, se ofrece todo, incluso ser las privilegiadas de poder asistir a grandes desfiles ocupando el front row, un tema que ha creado mucha polémica en los últimos tiempos, aquí es donde radica la inteligencia de la marca, es el punto clave en el que debe ser selectiva y elegir bien al representante para que no produzca el efecto contrario al deseado.



Un ejemplo claro de este nuevo fenómeno es el de la bloguera Leandra Medine la cual ha sabido aprovechar bien su oportunidad a lo largo de estos años.

A día de hoy es una de las más influyentes, con un estilo muy auténtico y con gran sentido del humor, la bloguera estadounidense con su blog The man Rapeller ha sido incluida por la revista Forbes como una de las trendsetters más influyentes del año a la vez The Times la reconocía como una de las 25 mejores del 2012, en los premios Bloglovin recibió el “Best Overall Blog” y encabezó el “Fashion Power 25” de Adweek.



Ha realizado muchas colaboraciones, entre ellas con Micheal Kors y Marc Jacobs.




Sea como sea, se ha implantado un nuevo escaparate de la moda mostrando lo último en tendencias con todos los estilos imaginables, todo esto día a día, minuto a minuto.

Prueba de  ello son páginas dedicadas exclusivamente a la publicación diaria de posts de moda y más; www.bloglovin.com, www.lookbook.nu, entre otras.





























El debate siempre quedará abierto en cuanto a la profesionalidad o no de este mundo.
Al margen de esto, cada cual es libre de opinar, mostrar y dejar ver todo aquello que quiera de una manera u otra, la moda se ha democratizado, no hay ningún todopoderoso que dicte cómo, qué si y que no se puede llevar.
Podemos considerarlas grandes gurús de las moda capaces de labrar un futuro sobre una gran pasión,  teniendo en cuenta de que se trata de un mundo en el que sólo el más fuerte sobrevive.
   
  
En este pequeño video, llamado “Take my picture “ hecho por Garage magazine vemos cómo todas ellas se desenvuelven dentro de su mundo offline.



Maryam Pérez.

28 dic 2013

La importancia de ser bella


La aspiración de toda mujer es ser bella por dentro y por fuera, maximizando esta última. El ideal de belleza está impuesto en una sociedad consumista que vende a todas las féminas que la importancia radica en el exterior. Los anuncios de cosmética, perfumes o colecciones de ropa retratan a una chica joven, sensual, provocadora, de medidas perfectas y con un cuerpo diez. De esta manera la publicidad “todapoderosa” se infiltra en las mentes de dichas mujeres que desean convertirse en la modelo del anuncio.

Así no es de extrañar que las dietas, los productos milagrosos de antienvejecimiento y los libros de estilo se hayan convertido en un indispensable en las estanterías. El último lanzamiento es el libro  French women don't get facelifts: Aging with attitude de la autora Mireille Guiliano, exdirectora ejecutiva de la firma de champán Veuve Clicquot (LVMH). Guiliano se centra sobre todo en erradicar la naturaleza obsesiva del paso del tiempo con una finalidad clara, ser bella. Además explica que la obsesión de la cirugía estética, tan presente en otros países, no se encuentra en Francia.

Propone que el cuerpo se convierta en el aliado y no en un enemigo a combatir. Por eso plantea varias pautas para evitarlo. Por ejemplo, incide en la alimentación y desmonta las dietas yoyó y apela al sentido común a la hora de comer.
Además revela secretos de belleza, consejos de moda,  relaciones personales y la importancia de un estilo de vida relajado y centrado.







Esta publicación es la secuela de Las francesas no engordan (Ediciones B) que salió al mercado en 2005 causando un bombazo literario y se convirtió en bestseller. La escritora estadounidense de origen francés relata en Las francesa no engordan la capacidad de las mujeres francesa de comer, beber y fumar a discreción y siempre lucir perfectas.

¿Será cierto que solamente las francesas no engordan y no se someten a la cirugía estética? ¿Son ellas las únicas inteligentes que no se dejan atrapar por el negocio de la estética?

Marina Puy
@MarinaPuy



23 dic 2013

Street Art: de los muros de la ciudad a los escaparates de lujo.

En los últimos años muchas de las grandes marcas se han dejado seducir por expresiones propias del underground y han incorporado, en mayor o menor medida, elementos característicos del street art o arte urbano, movimiento que engloba diversas formas de expresión artística callejera y que tiene por objetivo sorprender al espectador y, muchas veces, invitarlo a reflexionar sobre una problemática social determinada.

Una de las primeras marcas en fusionar los conceptos de street art y lujo fue Louis Vuitton, al lanzar en 2001 su colección inspirada en el graffiti en colaboración con Stephen Sprouse, artista y diseñador conocido por sus estampados fluorescentes y graffitis en los años ochenta. El éxito de la colección llevó a la marca a repetir la fórmula en 2006 y en 2009.

También Hermès se sumó a esta tendencia en el año 2011 al unirse a Kongo, francés autodidacta y una de las figuras más representativas del graffiti, para trabajar en el carré Hermès Graff que el artista se encargó de diseñar. La estrategia de comunicación incluyó, además, instalaciones temporales realizadas por Kongo en algunos escaparates de Hermès seleccionados, entre los que se encontraba el de la tienda ubicada en Passeig de Gràcia de Barcelona.

Por su parte, el perfume FlowerTag de Kenzo está inspirado en la expresión libre del graffiti y para su presentación se desarrollaron diversas intervenciones de arte urbano. La Maison Martin Margiela lanzó en 2012 sus Cement Sneakers con una promoción inspirada en el movimiento graffitero. Los ejemplos sobran y la lista continúa.



Dentro de este juego de opuestos están quienes valoran estas colaboraciones y quienes las critican sosteniendo que rompen con la esencia del arte urbano, como forma de expresión social, al utilizarlo con fines comerciales.

Uno de sus más fervientes detractores es Kidult. De identidad reservada, este graffitero parisino defiende la esencia rebelde y vandálica del graffiti y cuestiona el reparto de riquezas y ganancias de las grandes marcas generadas por el uso comercial del arte urbano. Según sus propias palabras las marcas "se apoderan de esta cultura sin ser siquiera parte de la misma con el único fin de hacer dinero".

Así, armado con un extintor lleno de pintura y un pasamontañas ha garabateado desde los escaparates de Chanel en París hasta la Maison Martin Margiela en Bruselas, pasando por Céline, Hermès, Kenzo, y una extensa lista de reconocidas marcas. 

El episodio más mediático fue su ataque a Marc Jacobs en el Soho de Nueva York. El artista plasmó la palabra ART en toda la fachada de la tienda. La marca capitalizó la situación rápidamente y, como si se tratara de una irónica estrategia de promoción, lanzó la edición limitada de camisetas  "Art by Art Jacobs" con la fotografía de la fachada pintada por Kidult y las comercializó a 686 dólares. Y así continuaron con una serie de ataques y contraataques tan creativos que muchos pensaron que se trataba de una gran estrategia de marketing realizada en conjunto.




Pero así como en un extremo encontramos a Kidult, en el otro encontramos a aquellos referentes que defienden la incorporación del street art en la moda siempre que la unión se realice en el marco de estrategias coherentes.

Por ejemplo, Anna Dimitrova, directora de Montana Gallery de Barcelona, espacio especializado en graffiti y arte urbano, ha destacado en una entrevista para ElFashionista.net los beneficios de estas colaboraciones. Ha expresado que resultan especialmente positivas para las marcas de lujo que, generalmente, tienden a proyectar una imagen un tanto rígida y este tipo de acciones las renueva, las muestra dinámicas y las acerca a un público más joven. 

Por otro lado, muchos artistas del street art encuentran en estas marcas aliados para canalizar esta forma de expresión, difundir su trabajo y las alianzas son frecuentes.

El lujo más elitista y las expresiones artísticas más callejeras parecen, a simple vista, dos mundos imposibles de fusionar. Y, sin embargo, asistimos a colaboraciones en las que se ha logrado unir dos conceptos tan contradictorios que acaban por demostrar que, de esta aparente falta de coherencia, pueden resultar acciones tan creativas que enriquecen ambos conceptos y los acercan contra toda lógica. La idea de que "la calle sube a las pasarelas" cobra más sentido que nunca, estas iniciativas sorprenden y nos hacen ver a las marcas desde una perspectiva renovada y diferente. Siempre, claro, con el apoyo de estrategias de comunicación, publicidad y marketing que se las ingenian para lograr que dos mundos radicalmente opuestos convivan en perfecta armonía.

María Eugenia Pujante 

21 dic 2013

Vivienne de Louis Vuitton



La combinación entre David Bowie y Louis Vuitton es ya de por sí atractiva. Después de 10 años en silencio, el cantante excéntrico aparece en la reciente campaña publicitaria de Louis Vuitton. Angelina Jolie, Andre Agassi, Sophia Coppola, Steffi Graf, Madonna, Michelle Williams, Muhammad Ali… Son algunos de los nombres de estrellas que ya han participado en sus campañas. Louis Vuitton y su estrategia de comunicación sorprende cada vez más.

Muchas marcas apuestan por las fashion movies: un género híbrido entre moda y cine. No son cortometrajes, ni anuncios, ni vídeos musicales, sino una mezcla de todos ellos. Otra estrategia de marketing, otro nuevo escenario de comunicación.

El mensaje que quiere transmitir la Maison Louis Vuitton con sus fashion movies es el valor de viajar con estilo, retener experiencias y trasladar las emociones física y emocionalmente.

Hace poco más de un mes que se estrenó el segundo capítulo de “L’invitation au voyage”. Está protagonizado, no solo por el señor Bowie, sino también por la modelo Arizona Muse (quien Anna Wintour la calificó de ser una modelo con rasgos de Vodianova y Evangelista). 



 
En este segundo capítulo de “L’invitation au voyage”, Arizona Muse encarna a una bella mujer que llega a Venecia y asiste a una fiesta en el que coincide con el señor Bowie promocionando su single “I’d rather be high”. Termina con una escena en la que ella saca una partitura de su bolso Vivienne. Suponemos que es la canción de Bowie. Una vez más, la conexión entre cine y moda es visible. Aquí os dejo el enlace:


Dirigida por Romain Gavras, conocido por haber realizado el polémico vídeo “Born Free” de la cantante M.I.A, o por su reciente campaña de publicidad para Dior Homme, no solo ha sabido combinar elegancia, seducción y belleza, sino que ha creado un mundo de fantasía y misterio.
“L’invitation au voyage” son sesenta segundos de imágenes sugerentes que contienen una gran carga de información y que trasladan el espectador a otra dimensión de lujo.

Esperemos que el tercer capítulo de esta historia sea igual o más suntuosa con protagonistas inspiradores. 

Dicho esto, pasemos a examinar al otro protagonista de esta película: el bolso Vivienne.
Si ya el famoso Speedy o el Alma son toda una leyenda y considerados bolsos icónicos, este podría ser perfectamente su sucesor.





Vivienne es un bolso minimalista, organizado con cuatro compartimentos, cuatro ranuras y un bolsillo que permiten que la mujer del siglo XXI lleve sus cosas lo más ordenadas posible. Con un aire clásico que recuerda al bolso Hermès Constance, se puede llevar colgado para un look más casual e incluso también para un look más sofisticado. Para aquellas que prefieran ser más discretas está disponible una versión Vivienne con cierre en S y para aquellas más “atrevidas” está el bolso con el cierre LV.

Mi descripción para este bolso se puede resumir en cuatro palabras: chic, clásico, atemporal y práctico, es decir, un éxito asegurado para la firma francesa. 





Como dijo Guglielmo Miani en una entrevista “el verdadero lujo es discreto, lleno de detalles y de materiales de calidad, así como la fabricación totalmente artesanal… pero, sobre todo, el verdadero lujo es la exclusividad”. Y es que, ¿qué hay más exclusivo que un bolso promocionado por el camaleón Bowie y la excelsa Muse? 

Mai Chujo

18 dic 2013

SCOUT! SCOUT! SCOUT!























El LVMH busca savia nueva. La figura del diseñador de moda es, cada día más, un comodity y el juego de las sillas con jóvenes creativos y grandes marcas cada vez transcurre con mayor asiduidad. 

Es, seguramente, por este hecho que el pasado mes de noviembre el LVMH nos presentó de la mano de Delphine Arnault, que es un rato inteligente, un fantástico premio para jóvenes diseñadores.

El LVMH PRIZE es, en realidad, un premio triple; el principal y más jugoso de 300.000€ y ayudas de todo tipo para un único diseñador emergente. El segundo, al que le añaden la coletilla GRADUATES, para 3 recién graduados y que consta de 100.000€ y un puesto como asistente en alguna marca de moda del grupo. Finalmente otro para el mejor TALENT SCOUT. 

Con este último, la organización hace uso del 3.0 como soporte y de la reciente capacidad adquirida de auto-profesionalización que garantiza la red y nos propone ayudarle a encontrar a “los diseñadores del mañana” mediante Instagram bajo el hashtag #lvmhprize


Los scouts, que se registran en la misma web del premio, compartirán a través de su cuenta imágenes de las creaciones de diseñadores emergentes con el fin de convertirse en el Talent Scout of the Year y poder viajar a París durante la Fashion Week formando  parte del jurado de expertos que seleccionará a los ganadores. 



 Este suculento aunque anecdótico premio que invita a recorrer los rincones más oscuros de internet en busca del diseñador más desconocido y guai del planeta se torna preocupante cuando uno se para a pensar y se da cuenta que es más que probable que el scout no posea ningún derecho sobre la imagen que tantas horas le ha costado encontrar. 

¿Cómo se le ha podido escapar este pequeño detalle al LVMH? 



Obviamente no lo ha hecho y si se hace el esfuerzo de leer los Terms & Conditions, algo que casi nunca hacemos, queda muy claro que sólo se puede optar al premio si el seleccionado puede afirmar bajo notario que posee derecho legal sobre la imagen y su contenido o consentimiento legal del propietario. 

Claro que esta comprobación se hará una vez el concurso esté cerrado y escogido un posible ganador; no sea que los updates con fotos de nuevas propuestas acompañadas por el nombre del diseñador se frenen y no puedan fichar a aquellos que no puedan optar a ninguna de las dos categorías del premio, no quieran participar o no se hayan enterado.

Presagiando un relevo generacional en el mundo de la moda, no es de extrañar que los grandes holdings de lujo estén engrosando sus filas con jóvenes mentes creativas. Si bien es cierto que siempre han apoyado a los nuevos diseñadores mediante plataformas más convencionales, las redes sociales y competiciones como TALENT SCOUT facilitan la posibilidad de encontrarlos casi sin esfuerzo y con un coste mínimo. 

Sólo queda por ver cuál será el éxito de la convocatoria y cómo se desenvuelve una vez llegue la hora de entregar el premio. 























Sílvia Marina

17 dic 2013

MEDIAS DE NYLON PARA LA MUJER Y...¿EL CABALLERO?!



Puedo decir hoy en día que todas las mujeres, o prácticamente todas usamos medias de nylon. Las razones por las cuales las llevamos son variadas, como por ejemplo para lucir las piernas en invierno, para cubrirnos del frío, para adornar, medias más técnicas para mejorar la circulación de las piernas, entre otras.
 Es una prenda que se ha impuesto en la moda femenina, desde que gracias a las mejoras tecnológicas, luego de la Segunda Guerra Mundial, y a la aparición del nylon, se volvió un producto asequible y por lo tanto popular en las mujeres.
 Si me remonto brevemente a la historia, el uso de las medias, desde antes del S.XIII, era un artículo que solo utilizaban los hombres de la nobleza. Las utilizaban para atraer miradas, como símbolo de poder y riqueza ( porque era una prenda muy costosa en ese momento), para marcar sus atributos, como protección y también por la libertad de movimientos que estas les permitían.
 Desde el S.XVIII las panti medias o medias de nylon se asumieron progresivamente como una prenda típicamente femenina. ¿Pero que sucede ahora si vemos a un hombre usándolas? Así como las mujeres tenemos tantos cánones de belleza impuestos que debemos seguir para ser “mas bellas”, hay ciertas prendas o accesorios que si las usa un hombre las criticamos o rechazamos, un ejemplo son las medias de nylon.
 En la actualidad se fabrican medias de nylon para los hombres también y hay un sitio web, llamado E-MANcipate que, se “dedica a acelerar la aceptación de las panti medias para hombre como una prenda de vestir regular”.
¿Las llegarán a usar como parte de su vestimenta diaria?
Aqui les dejo el link 

http://www.mantyhose.net



Daiana Reid