12 mar 2013

Ain't Saint Laurent without Yves

El pasado lunes 4 de marzo, Hedi Slimane presentó su segunda colección de mujer para Saint Laurent en el Grand Palais de París. En esta ocasión Hedi desde luego no ha pasado desapercibido, y no ha olvidado como sorprender al mundo de la moda, pero desde luego que esta vez diría que no para muy bien.


Su colección debut el pasado mes de octubre tenia espíritu Yves Saint Laurent, las prendas estaban inspiradas en el look bohemio chic californiano, vestidos largos, sombreros de ala alta, caftanes, una elegancia más sutil,  pero sin olvidar ese rock impregnado por Hedi en todas ellas. Se trataba de su nuevo enfoque dentro de Saint Laurent y porque no, muchos de nosotros le dimos apoyo y pensamos que daría un aire fresco a la firma. Pero al llegar su segunda colección, todo fue caótico y sobretodo sorprendente. 
El desfile causó asombro entre los presentes, la mirada de esta segunda colección se fijó en Kurt Kubain, Courtney Love y el movimiento grunge. 
Tras un bombardeo sonoro, apareció la primera modelo con mala cara luciendo un vestido negro con destellos dorados, y chaqueta de franela. 
Nuevamente el rock fue tomando lugar entre todas las prendas, cuero negro en minifaldas, pantalones pitillo desgarrados, chupas... camisas de cuadros oversize, vestidos florales, medias de rejilla y botas de motorista. Hubo muchos de los asistentes, que se preguntaron si estaban en el desfile de Saint Laurent o viendo la nueva colección de Topshop.


A medida que iba transcurriendo el desfile, las redes sociales tomaron el poder, y los insultos, y las criticas corrían sin cesar. Sin duda, Slimane logró captar todas las atenciones en los medios de comunicación con su segunda colección. 
Hedi Slimane ha conseguido en una sola colección desmerecer el concepto que todos tenemos de Saint Laurent. Yves Saint Laurent fue uno de los grandes en la historia de la moda.Ya lo dicen, al final solo se valora y se echa de menos a los grandes cuando estos ya no están. Y para que quede constancia de ello, aquí os muestro una selección de lo que es para mí Saint Laurent, y sobre todo para que no quede en el olvido de nadie.



























A pesar de ser el genio al frente de un imperio de la moda que influenció durante más de 50 años, muy pocos conocen la vida de Yves Saint Laurent.
Aquí os dejo el trailer de L'amour fou:


L'amour fou está basada en la vida de Yves y Pierre Bergé, el hombre que compartió cuatro décadas con él,  y donde nos cuenta una historia extravagante de su relación personal. L'amour fou está enmarcada durante el año 2009,  y es un extraordinario documental que nos enseña la mirada sin precedentes del mítico Yves Saint Laurent, sinónimo de elegancia, decadencia y pasión.

Y finalizaré al igual, que he empezado:


"Ain't Saint Laurent without Yves"



Por Gina Castellón Ordas

3 mar 2013

Opening Ceremony

«La moda no es algo que existe solo en los vestidos. Está en el cielo, en la calle, tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos, lo que está sucediendo». Coco Chanel

Entrar en una de las tiendas de Opening Ceremony (OC) significa entrar de lleno en el universo creativo, personal, original e inclasificable de las dos mentes inquietas que hay tras él: Carol Lim y Humberto Leon. Ambos se conocieron en la universidad y en 2002, después de haber trabajado en la industria de la moda para grandes marcas, decidieron embarcarse en su proyecto personal: Opening Ceremony. Todo empezó con una tienda en una tranquila calle del SoHo neoyorquino, vendiendo todo lo que les gustaba, desde ropa de diseñadores amigos a revistas de tendencias y arte, stickers japoneses, zapatillas de deporte, complementos variopintos y piezas vintage




Esa primera tienda era más que una simple tienda, era (y es) lo que conocemos como una concept store: productos de todo tipo y de una amplia gama de precios conviviendo juntos en un espacio singular y cambiante. El espacio acoge exposiciones, presentaciones y fiestas absolutamente dispares, desde sesiones de karaoke a torneos de ping pong pasando por firmas de libros y conciertos. La tienda del SoHo enseguida se encumbró como un punto de encuentro de modernos y fashionistas gracias, en parte, a la repercusión que recibió de los famosos amigos de la familia OC: Chloë Sevigny, Spike Jonze o Terence Koh con quienes no cesan de estrechar lazos con colaboraciones artístico-creativas de todo tipo. El sello OC a día de hoy está presente no sólo en Nueva York (donde tienen tres tiendas) sino también en Londres (donde abrieron tienda coincidiendo con la celebración de los JJOO), Los Angeles y Tokyo. Asimismo cuentan con un rico y activo blog, una webshop, un canal de TV e incluso una revista anual.

El buen ojo para las tendencias y para seleccionar los mejores talentos emergentes ha hecho que Lim y Leon apoyaran en sus inicios a marcas que a día de hoy son ampliamente reconocidas como Proenza Schoulder y Rodarte. Un buen ojo y talento que les ha llevado, desde hace un par de temporadas, a convertirse en los directores creativos de Kenzo. La imprenta del duo está revolucionando la marca no sólo en lo que a diseños se refiere, sino también a la forma de presentarlos ya sea con espectaculares desfiles repletos de juegos de luces, música y video-arte o a atractivas campañas publicitarias. Sin duda, la elección de los fundadores de OC está devolviendo la modernidad y vanguardia perdidas a la marca fundada por Kenzo Takada en el París de principios de los 70. 




Txell Hernández Gil

1 mar 2013

La pasarela de Hollywood

24 de febrero de 2013, llega la noche de los Oscars en Los Ángeles. Y con ello, la famosísima alfombra roja, un momento esperado por millones de cinéfilos, periodistas y amantes de la moda (diseñadores incluidos, por supuesto).

Los primeros restan impacientes por ser el precedente de la gran gala que rinde homenaje al séptimo arte; los segundos se mantienen atentos al mínimo detalle sobre lo que dicen, o dejan de decir, y hacer los famosos, ¡todo puede ser objeto de noticia! Los terceros, por último, disfrutan de este desfile, al que lo único que le falta para realmente serlo es el propio nombre.

Aunque todas las famosas tienen la opción de lucir espectaculares, siempre hay algunas que destacan por su elegancia y por saber sacarse el mejor partido. En esta edición número 85 de los premios cinematográficos por excelencia, entre las mujeres que más brillaron encontramos a:

1. Halle Berry, con un atrevido Valentino
La que fuera ganadora del Oscar a mejor actriz en 2011 lució este vestido, completamente ceñido al cuerpo y con un escote pronunciado. El modelo era tan llamativo por sí solo, que apenas tuvo que hacer uso de complementos para crear el look final. El negro y los tonos dorados y plateados del vestido le daban un toque de elegancia.


2. Jennifer Lawrence, la princesa de Dior Alta Costura
La joven actriz desfiló por la alfombra con este espectacular vestido palabra de honor, ajustado hasta la cadera, con la parte inferior muy voluminosa y con algo de cola. De un blanco roto y estampado, el modelo desprendía inocencia y a la vez dotaba de glamour a su portadora.


3. Naomi Watts, una sirena de la mano de Armand Basi
Fueron dos, principalmente, las características que hicieron que, gracias a su vestido, Naomi Watts derrochara elegancia en esta celebración de los Oscars. La primera, las múltiples lentejuelas que cubrían el modelo y que lo hacían brillar constantemente bajo los innumerables flashes; la segunda, el original corte del escote, que cubría únicamente un hombro y dejaba el otro completamente libre. 


Cada año son cientos los diseños que pueden verse en esta pasarela extraoficial de la moda, en donde ellos y ellas lucen espléndidos para impresionarnos. Pero, ¿hasta qué punto puede impactar un diseñador al público con esto? ¿Cambiará el usuario sus hábitos de consumo tras ver el espectacular vestido de Dior en Jennifer Lawrence? 

Siendo esto último algo difícil, lo que no podemos negar es que la alfombra roja es una gran oportunidad para que jóvenes y grandes diseñadores den a conocer su estilo o reafirmen sus creaciones, respectivamente. Y qué mejor modo que hacerlo a través de celebridades. Agradezcamos a la industria cinematográfica por esta gran aportación -aunque indirecta- al mundo de la moda. ¡Y a esperar más y mejor para la siguiente edición!

Diana N.A.




28 feb 2013

Mango ¿para todos?

Ana Rodríguez Planas

Cada vez las firmas de moda son más conscientes de la diversidad de siluetas femeninas (por decirlo suavemente) y tienden a ampliar el abanico de tallas que ofrecen. Es obvio que ni todas las mujeres tienen una talla 36 ni todas las de metro sesenta tienen el mismo ancho de caderas. Después de esta observación totalmente gratuïta, deciros que el otro día descubrí que ¡sorpresa! Mango lanzará una cadena de tallas grandes


Pero cadena no es lo mismo que línea. ¿Acaso la empresa no quiere que la marca Mango se asocie a mujeres con unos kilos de más? Esta noticia ha saltado justo después de que la firma catalana anunciara que en verano verán la luz las líneas Mango Kids y Mango Sport & Intimates. Por otra parte, también se ha sabido que está previsto el lanzamiento en 2014 de Mango Young, que contará con tiendas propias. Al igual, pues, que la estrategia concebida para la moda de tallas grandes, con la “sutil” diferencia de que ésta probablemente se llamará Violeta, una marca desvinculada completamente de la matriz.

Miranda Kerr es la nueva imagen de Mango.


Si esto se cumple, no deja resultarme curioso que en 2007, Mango diera un tímido paso en favor de las tallas grandes ampliando el tallaje hasta la 46 con la iniciativa Why not?. Al frente de la campaña, la modelo Crystal Renn, hasta no hace mucho, buque insignia de las maniquís que escapan al cánon de la moda en la actualidad.

¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Por qué la intención de ampliar el tallaje se quedó en una simple anécdota? ¿Y por qué ahora que Mango decide retomar la iniciativa lo hace desvinculando su marca de dicha estrategia comercial (y, me atrevería a decir, social)? 


Crystal Renn fue la imagen de la campaña Why not? de Mango.


Para la historia queda la cumbre mundial de las editoras de Vogue, en la que decidieron apostar por la belleza saludable. A pesar de intentos loables de retratar a lo que les ha dado por llamar la “mujer real”, en sus páginas (y en las de las principales revistas) son más habituales las imágenes de modelos escuálidas (de verdad o retocadas).

Finalizo mis reflexiones con tres portadas de Vogue que dan mucho qué pensar.

 





El ¿desinteresado? mecenazgo de las grandes casas de moda



Ha pasado mucho tiempo desde que las grandes casas de moda se dedicaran exclusivamente a vender vestidos, trajes, zapatos o bolsos a la alta sociedad; así como también son muchos los años que han transcurrido desde que éstas dieron el salto al estilo de vida como estrategia comercial para poder vender perfumes, gafas, cosmética y todo lo demás al resto de la humanidad.  

En la actualidad, las empresas de artículos de lujo necesitan algo más para continuar siendo esa gran fábrica de sueños que siempre han sido o querido ser, necesitan más que nunca conectar con el interés del público y dotar a sus marcas de unos valores que las convierta en referentes, y que a la vez las posicionen y las diferencien de sus competidores. Y si hay un valor por excelencia al que todas las empresas anhelan ser asociadas, éste es el de ser entidades socialmente responsables. 

Además de promover la producción respetuosa con el medio ambiente y de adoptar un código de buenas prácticas con proveedores y empleados, la responsabilidad social corporativa también hace referencia a la desinteresada acción social de las empresas en beneficio de su comunidad. Y parece ser que ésta es la práctica a la que, últimamente, se están adhiriendo cada vez más firmas de lujo, las cuales han decido apostar por acciones que ayuden a conservar el patrimonio cultural de su país de origen.

El ejemplo más claro lo encontramos en Italia, donde a lo largo de los últimos años hemos ido viendo como diferentes firmas de lujo han adoptado el clásico papel de mecenas, que tiempos atrás cumplían papas, reyes, príncipes, aristócratas y familias de gran renombre, financiando proyectos de restauración de varias instituciones públicas, como monumentos y otros edificios emblemáticos italianos, así como colaborando con diferentes movimientos culturales. 

Uno de los empresarios que inició esta tendencia fue Diego della Valle, el presidente de la prestigiosa firma de calzado Tod’s, quien empezó subvencionando el centro de arte milanés PAC, siguió con la magnífica casa Villa Necchi, escenario de la película “Io sono l’amore”, sufragó, también, toda la temporada del teatro de La Scala con un donativo de unos 5 millones de euros, y, apenas hace dos años, aportó la considerable cantidad de 25 millones de euros para la restauración del Coliseo de Roma. 

El empresario Diego della Valle en el Coliseo de Roma

El Coliseo de Roma            Muestra de calzado Tod's

Sus rivales no han tardado en secundarle: la maison Valentino fue mecenas de otro importante monumento de la Ciudad Eterna, el Templo de Venus, con una donación de 200.000 euros; Armani ha contribuido con 2,4 millones de euros a la recuperación del estadio milanés PalaLido, Domenico Dolce y Stefano Gabbana, dueños de la firma Dolce& Gabbana, se ofrecieron a incorporar una biblioteca al Palacio Real de Milán con el objeto de promover la cultura de ciudadanos y visitantes; y Renzo Rosso, presidente de la OTB, el holding que controla Diesel, Viktor & Rolf y Maison Martin Margiela, ha contribuido a la restauración del famoso puente Rialto de Venecia donando  5,5 millones de euros. La última firma de lujo a subirse al carro de la filantropía ha sido Fendi, quien recientemente ha anunciado que sufragará el saneamiento de la deteriorada Fontana di Trevi y la restauración del complejo artístico de las Quattro Fontane de la capital italiana mediante un proyecto llamado “Fendi for Fountains”, aportando la cifra de 2,5 millones de euros.

El puente de Rialto en Venecia                    El empresario Renzo Rosso

          
Presentación del proyecto "Fendi for Fountains"
La Fontana di Trevi en Roma









             

Tanto las grandes casas de moda como las autoridades italianas, quienes aseguran no disponer de fondos suficientes para poder sufragar dichas operaciones debido a la difícil situación económica por la que estamos atravesando, han afirmado que dichas colaboraciones no esconden ningún patrocinio publicitario y que no conllevan ninguna contrapartida, que simplemente se trata de puro mecenazgo cultural y un acto de amor hacia Italia. 

Pero ¿es eso totalmente cierto? Además de los millones de euros en cobertura mediática que generan estos proyectos, cada firma ha aprovechado su colaboración de una u otra manera. La casa de moda Valentino obtuvo como recompensa que el Templo de Venus fuese el escenario del gran desfile organizado por el diseñador italiano para conmemorar sus 45 años de trabajo, el estadio PalaLido cuando reabra sus puertas se llamará Pala Armani, Rosso colocará publicidad "no invasiva" en el puente Rialto y, aunque las firmas Tod’s y Fendi se han comprometido a no poner ningún anuncio visible durante el tiempo que duren las obras en sus proyectos de restauración, ambas marcas han obtenido un claro beneficio. Tod’s utilizó el teatro de La Scala como escenario para rodar el corto promocional “An Italian Dream” y tendrá el derecho exclusivo sobre el uso comercial de la imagen del Coliseo durante 15 años. Además, podrá construir en el exterior un complejo de 1.600 cuadrados en el que se recolocarían las taquillas y podrá poner su logo en las entradas y en dicho edificio. Por su parte, Fendi  publicará un libro sobre las fuentes de Roma, fotografiado por Karl Lagerfeld, y, según informa WWD, posiblemente haga un desfile en la Fontana di Trevi en 2015, año en el que la casa cumplirá su 90º aniversario.

Imágenes del 45 aniversario de Valentino


 



¿Estamos entonces hablando de auténtica responsabilidad social corporativa? ¿Son estas acciones completamente desinteresadas? A mi parecer, todas y cada una de ellas se me antojan poco claras, aunque hay que reconocer que no debe ser fácil negarse a recibir unos cheques tan lujosos y bien vestidos.

 Por Maria Giménez Álvarez

27 feb 2013

Day – Moss: una alianza revolucionaria



Catalina Cabrera 

Lograr amistades reales dentro del mundo de la moda no es una constante. Sin embargo, como en todo orden de cosas hay excepciones. Es el caso dela modelo Kate Moss y la fotógrafa Corinne Day que cultivaron una bella relación y marcaron un hito en la historia de la moda del siglo XX. 


Corinne Day nace el 19 de febrero de 1962 en Ealing (Londres) dentro de una familia poco convencional. Su madre trabajaba en un burdel y su padre robada bancos, a raíz de ello fue criada por su abuela. Más adelante, a los 16 años deja la escuela y pasa por diversos oficios como azafata y modelo.
 
Corinne Day en su juventud

No fue hasta que conoció al cineasta Mark Szaszy en 1985 que sintió interés por la fotografía, aprendiendo casi de forma autodidacta. Cuatro años más tarde, ya era directora de arte de la revista The Face.

En 1990 conoce a una chica de sólo 15 años que en el futuro dominaría el mundo de la moda. Day estaba desarrollando una producción fotográfica titulada “The third summer of love”. Buscó por varias agencias y dio con unas fotografías de Kate Moss en formato polaroid. Ése fue el punta pie inicial para una alianza que revolucionó a industria de la moda en los 90. 

Primera portada Kate Moss
Producción "The third summer of love"


Corinne Day apostaba por una estética grunge y trash que pudo cultivar hasta el final de su carrera junto a su musa. Hizo una propuesta muy avanzada para la década, donde buscaba transmitir un estilo antisistema, descuidado y antiperfección. Conceptos absolutamente opuestos a los utilizados en ese entonces, donde la moda pasaba por un auge de lujo, poder, glamour y sobre todo belleza. 


Al mismo tiempo, Kate Moss fue el principal rostro de este fenómeno llamado Heroin Chic, que mostraba modelos muy delgadas, sin maquillaje, con aspecto demacrado y poses poco favorecedores. Evidentemente diferente a lo que transmitían íconos de la época como Claudia Schiffer, Christy Turlington, Cindy Crawford, Elle Macpherson y Linda Evangelista, por sólo nombrar algunas.

Topmodels de los 90

Dicha primera producción en conjunto, permitió que Moss apareciera en 1993 en la portada de la Vogue británica en un retrato muy sencillo y coherente con la propuesta de las amigas. Esto marcó un antes y un después en la industria, a pesar que la estética recibió muchas críticas por el hecho de utilizar adolescentes desnudas que proyectaban una imagen inocente y tierna.

Vogue británica 1993

Sin embargo, tuvo muchos más seguidores. Las topmodels estaban de retirada y el mundo le daba la bienvenida a una nueva tendencia que incluía a Nirvana, Calvin Klein y, por supuesto, Kate Moss. Fotógrafa y modelo fueron capaces de anticiparse algunos años, logrando un éxito prácticamente inmediato. 


La amistad se mantuvo hasta el 27 de agosto de 2010, día en que la artista fallece a causa de un tumor cerebral. Mientras Corinne Day luchaba contra en cáncer, Moss reunió 120.000 euros para que ésta pudiese continuar con su tratamiento. Aunque no pudieron vencer la enfermedad, lograron perpetuar una relación de sincera amistad en un mundo particularmente frío. Pero lo más importante, dos jóvenes mujeres modificaron el paradigma del cuerpo femenino que dictó autoritariamente el siglo XX. 

Amigas hasta la muerte de la fotógrafa en 2010